Hace unos días volví a ser acusado de criticar sin saber, es decir, de conocer sólo una parte de la historia política y desconocer la realidad interna del PP . Por consiguiente, todo lo que yo digo es incorrecto y no es más que seguidismo de algunos locutores radiofónicos. Ante semejante necedad, me veo obligado a explicar en unas pocas líneas quién es mi ideólogo.
Si tengo que colocar en primer lugar, excluyendo a mi familia y personas particulares que no vienen al caso, lo prioritario en mi vida, lo que guía mis actos y mis actuaciones, por encima de todo esta Dios. Para una persona creyente, algo que no es incompatible con ser un hombre de ciencia, Dios ilumina con su mera existencia el camino de nuestra vida. Su mensaje, el mensaje de Cristo, es la luz que lidera todo lo que yo digo y hago. El cristianismo y su filosofía de vida (sin olvidar las tradiciones del pueblo judío), destacando la justicia social que algunos no comprenden, es lo primero que guía mi vida.
En segundo lugar está el juramento Hipocrático que aún no he jurado, pero que juraré muy pronto (y que en la práctica ya funciona hace años). Este juramento no sólo es un compromiso, es un canto a la responsabilidad, a la solidaridad y al servicio a la sociedad. (Puede consultarse en Mi mediteca). Esto es lo segundo que priorizo en mi vida.
En tercer lugar están los grandes pensadores y personajes de la historia de la humanidad, entre los que destaco por ejemplo a San Agustín, Nietzsche, Ortega y Gasset, Santo Tomás de Aquino, Joseph Ratzinger, Hipócrates, Galeno, Gregorio Marañón, Isabel la Católica, Fernando III y Alfonso X. Sus escritos, sus actuaciones y su legado son un tercer pilar fundamental en mis actuaciones y pensamientos.
En cuarto lugar están los personajes contemporáneos que más inquietudes han despertado en mi. José María García, Federico Jiménez Losantos, Pedro J Ramírez, César Vidal, Antonio Herrero, Ignacio Villa y Monseñor Antonio Cañizares. Sería largo de explicar pero cada uno de ellos, en diferentes momentos de mi vida, han significado y significan algo muy importante para mi. Ellos, con una defensa férrea de sus ideas, confundidas o no, han despertado en mi inquietudes, entre ellas la apertura de este blog.
Y no hay, que yo recuerde, nada más que me influya y que yo considere relevante (a excepción de la lectura de muchos blogs de MAZP). Ningún político, sea del color que sea, influye en mi lo suficiente como para reseñarlo. Puedo tener por algunos cierta consideración, pero en el fondo creo que ellos son los enemigos. Ellos han elegido la vida pública remnerada con cheque, moqueta y coche oficial y por eso mismo son todos ellos personajes poco recomendables. Otra cosa será que en cada tema concreto se apoye o critique a unos u otros según interfieran o agredan a las notas que componen mi escala de valores.
Por eso quiero decir que no tengo el mínimo interés en conocer las luchas internas del PP, PSOE o demás partidos. No me interesan las luchas por el poder, más que si afectan a mis valores y por ende se convierten en criticables. No me importa hablar de forma sesgada, sin conocer la profundidad de la supuesta realidad. Ni me ha interesado meterme en política, ni me interesa ni creo que me interesará jamás. Me interesa el debate político porque en el fondo es el reflejo de la sociedad y sus problemas, mis problemas. Lo demás son chufas sin horchata que me resbalan bastante. Gracias a Dios yo me ganaré el pan con mi sudor, no como los que sólo trabajan para vivir de la política. No hay nada más repugnante.