Publicaba ayer El Confidencial que Onda Cero en Cataluña y Punto Radio en la misma comunidad han decidido retirar simultáneamente una campaña contratada por Ciudadanos-Partido de la Ciudadanía por "presiones de arriba" e "ir en contra del catalán". Una soberana muestra de hipocresía por ambos grupos que se dedican a decir una cosa en Madrid y otra en Cataluña. Todo sea por mantener las subvenciones y los favores políticos. Una nueva inmersión en lo políticamente correcto en la que la mayoría de las personas caen hoy en día y de la que pocos grupos o instituciones se salvan.
En el caso de Punto Radio se llegaron a emitir dos anuncios por la radio “pero tras oírlos la dirección y ver que iban en contra de la lengua catalana han decidido sacarlos”. De hecho, Punto Radio considera que “somos una radio catalana y no podemos ir en contra nuestra”. Interesante afirmación de una emisora que pertenece a un grupo de origen vasco fusionado con un grupo cuyo origen es la dictadura franquista, y todo ello aderezado por el saber hacer del eterno Luis del Olmo. ¿Cuál es la opinión de Vocento, la del ABC de Expósito y Cuesta o la de Punto Radio de Luis del Olmo? Un nuevo doble juego de Vocento, que sea dicho de paso, es el grupo de comunicación con peores resultados en el primer semestre del año.
Y el segundo caso, y el que yo creo más grave, es el de Onda Cero radio, "tu radio" que suelen decir. Onda Cero no ha llegado a emitir ninguna cuña de las contratadas. La emisora comenta que “nos ha llegado de arriba y la casa ha estado de acuerdo” en cumplir. Suponemos que las órdenes no vienen del inútil de González Ferrari, sino del orondo y todopoderoso José Manuel Lara, generalísimo hipócrita de los ejércitos de Planeta, y en palabras de los Polanco, un hombre en quien se puede confiar a la hora de hacer negocios.
Es curioso el doble juego del grupo Planeta en Madrid y en Cataluña. Por un lado Planeta emite a nivel nacional los peores informativos de la historia d ela televisión, hecho que constata su frecuente liderazgo televisivo. Los "informativos" del ínsipido Matías Prats dedicados por entero a la meteorología, los sucesos, el fútbol y las carreteras se han convertido en un boletín de propaganda al estilo de Gente de la 1 de TVE, que al obligar a la gente no pensar, uno de los trabajos que más ATP gasta, han logrado auparse al liderato televisivo.
En segundo lugar está el diario La Razón, boletín de propaganda del PP dirigido por el que hasta hace meses era un absoluto desconocido, un periodista afincado en Barcelona, Francisco Marhuenda, ex estrecho colaborador de Mariano Rajoy. Marhuenda ha dado un claro giro al diario La Razón, siendo el principal y único apoyo incondicional del PP en los medios de comunicación, manteniendo a su vez una postura en defensa del castellano y de los principios más conservadores. Los resultados de esto, una bajada importante de La Razón en el último OjD, cuando llevaba casi dos años de subidas consecutivas.
En contraposición con La Razón en Madrid, tenemos el diario Avui, que se dedicaba a publicar artículos de jueces en que se deseaba la muerte de comunicadores de la Cope y se defendía a ultranza el nacionalismo. Las dos caras de una moneda, el grupo Planeta en Barcelona y en Madrid defiende una cosa y la contraria. Puro negocio.
Pero el caso más flagrante lo tenemos con Onda Cero radio, la supuesta única radio neutral y que está a mitad de camino entre la Ser prisaica y la Cope obispal. Curiosamente la pasada semana Carlos Herrera, empatado técnicamente en audiencia con Jiménez Losantos según el último EGM, salía defendiendo a Federico y su forma de hacer radio. Algo que viene de alguien con una reputación digna de elogio y que no es precisamente un lameculos.
Pero he aquí que en la misma emisora escuchamos a Julia Otero, ardiente nacionalista catalana y conocida por sus buenas relaciones con el catalanismo más rancio y que dice por las tardes lo contrario que Herrera por las mañanas y Alsina por las noches. Y todo este batiburrillo se completa con la censura de Onda Cero en Cataluña a un partido salido de las urnas mediante sufragio, lo que significa un claro posicionamiento de Planeta en favor de los nacionalismos en la comunidad autónoma catalana.
Como bien es sabido el omnipotente Lara dice una cosa en Cataluña, donde es presidente del círculo de empresarios, lidera ese esperpento que cada año es el premio Planeta y se dedica a dar recomendaciones al presidente Zapatero... Y en Madrid apoya a Rajoy, al castellano y a los valores tradicionales de la familia, la investigación o la forma de hacer política. Una enorme contradicción que demuestra la necedad de la dirección del grupo Planeta en cuanto a la defensa de un ideario y su única intención de ganar dinero a costa de lo que sea.
Pero en este mundo de lo políticamente correcto es precisamente esto lo que busca la plebe, escuchar y ver lo que quiere ver y escuchar, para no enfadarse, molestarse ni romperse la cabeza. Todo desmigadito, entre risitas y adornado con tonterías varias, al estilo de Gomaespuma, lo que al final conforma un grupo indigerible pero que funciona a base de bailar con los políticos de turno y saber templar gaitas en cada momento. Y oiga, así da gusto, todos encantados. Por cierto, ¿Para cuándo defender el castellano?