32 años... ¿Hemos mejorado?
Como bien sabéis hoy hace 32 años que murió el general Franco, último dictador reconocido de la historia de España. Tras su muerte se abrió un proceso constituyente que llevó a nuestro país a una regeneración democrática cuyo punto de partida es la Constitución de 1978.
Hay que reconocer que, pese a todo, pese al monarca, al socialismo y al polanquismo, la vida en términos generales en España ha sido mejor que durante el franquismo. No es tampoco menos cierto que sólo durante los gobiernos de Aznar se ha alcanzado la bonanza económica que vivimos en los años 60 con Franco y durante la dictadura de Miguel Primo de Rivera.
Sin embargo creo que en algunos aspectos el precio que hemos tenido que pagar los españoles por esa democracia y un sistema de libertades ha sido muy alto. Hay dos aspectos importantes: la escala de valores de los españoles y el sistema educativo. En este post me centraré en el tema de la escala de valores.
Cuando hablo de la escala de valores siempre recuerdo uno de nuestros programas de radio en que entrevistamos a un prefesor de Sociología de la Universidad Europea Miguel de Cervantes de Valladolid. Aquel día yo le planteaba esta cuestión: ¿Cree usted que en nuestra sociedad actual ha habido una pérdida de valores? A grandes rasgos su respuesta fue que el no creía que hubiese una pérdida de valores, sino un cambio en la escala de valores, es decir, que ahora la gente tenía otras prioridades en cuanto a valores se refiere.
Desde mi punto de vista un cambio de valores puede ser sinónimo en algunas ocasiones de una pérdida de valores, sobre todo si los valores más importantes hoy en día son en realidad contravalores. Por eso yo creo que uno de los precios que hemos tenido que pagar con la democracia ha sido la de perder los valores que tenían quizá nuestros padres o antepasados, y haberlos sustituído por contravalores o incluso a veces no haberlos sustituído por nada.
Ejemplos de esos contravalores hay a cientos. Se ha perdido el respeto al resto de personas con las que convivimos en la sociedad, se ha perdido el respeto a la vida y a los mayores, se atenta alegremente contra la libertad del individuo y la libertad de conciencia, y una cosa que a mi me preocupa enormemente: se ha perdido la cultura del esfuerzo, de la motivación y de la superación.
Los niños de hoy en día han nacido de padres que ya no han tenido prácticamente ninguna preocupación importante, son niños que moran en ambientes acomodados, sin problemas y sin cuitas. Son niños que carecen de intención, que no se esfuerzan, que no tienen afán de superación, que pasan de todo y que carecen de respeto y educación.
La responsabilidad única de que la mayoría de los niños de hoy en día respondan a este perfil no es de la televisión, ni de los medios de comunicación, ni del sistema como la gente dice por ahí. La única responsable es la idiocia congénita de esta sociedad acantonada en un sistema democrático corrompido y que se cae a trozos. La responsabilidad última, dentro de esta sociedad es, evidentemente, de los padres.
No dudo que la sociedad haya cambiado a su pesar. No dudo que esto tenga alguna parte positiva. Pero tengo que decir que estoy enormemente preocupado por el hecho de que serán estos inútiles desvergonzados los que gobernarán España y deberán pagar mi pensión cuando, si Dios quiere, me jubile.
Ese ha sido uno de los precios de la democracia y del libertinaje que la acompaña. El precio de la cultura de la idiotez extrema, el pasotismo y el todo vale. La cultura de la irresponsabilidad y del desapego. La cultura,en definitiva, del Gran Hermano y de Crónicas Marcianas. Que Dios nos coja confesados... que vaya futuro nos espera.
9 comentarios:
Muy negro...
Son exactamente 32 años. Por lo demás estoy bastante de acuerdo contigo. En el tema de la educación el problema es que antes se pasaban (cuántas veces nos han arreado y aquí estamos, sin traumas ni complejos) y ahora no llegan. Uno de problema de los chavales de hoy en día es que no se les ha enseñado que no siempre van a ser los primeros.
Tienes razón, me he colado. Ahora lo cambio. Gracias!!
La sociedad,no solo española,si no occidental,está en crisis.
Una crisis profunda de valores,que la está llevando a renegar de sus propias raices,de su cultura y raigambre cristiana.
Añadamos a esto,la degeneración de una democracia ilusionante que nació en 1978,y que ha degenerado en una paritocracai que está carcomiendo los cimientos.
El futuro es negro.
Negrísimo.
A los chavales de hoy en día no se les ha explicado muchas cosas. Como lo que es la necesidad, la responsabilidad, la madurez...
Vean si no el video de la que han liado hoy en la Facultad de Derecho
Lo has bordado, llevo comprobando cada una de las palabras que dices hace mucho tiempo, diré mas, llevo viendo como se recrudece día a día esta realidad que narras, la sociedad en la que vivieron nuestros padres de respeto y superación se perdió hace mucho tiempo, y sinceramente mucho tendrían que cambiar las cosas y sobre todo la gente, para recuperar ese estado de bienestar, negro futuro el que nos espera.
Totalmente de acuerdo contigo. Yo siempre he pensado, y lo veo cada día, que los culpables son los padres. Pero me pregunto ¿Que ha sucedido para que los padres hayan dejado de preocuparse de transmitir los valores heredados a sus hijos? Todo esto se agrava con que en los colegios los niños han pasado a ser unos salvajes que abusan de los profesores con el apoyo y la defensa de sus padres.
Un saludo,
Democracia = Oligarquía
Libertad = Libertinaje
Justicia = Favor
Unidad = Tribalismo, Sectarismo
Orden = Extorsión, Violencia
Solidaridad = Egoísmo, Parasitismo
Progreso = Retroceso
Cultura = Zafiedad, Vulgaridad
Saber = Presunción
...
Este es el mundo y el país en el que nos ha tocado vivir.
Yo no sabria qué decir.
Primero porque los valores que conozco son los de hace 10 años, osea, los mismos que los de hoy. A veces es complicado, o a mí me lo resulta, dar por buenos los argumentos de los sociólogos, que aparte de muchas horas de biblioteca, me suele llevar veinte, treinta o cuarenta años. Entiendan que así uno no tiene con qué discutir sobre valores.
Y segundo, porque aún ando yo perfilando mi axiología y no tengo a qué aferrarme sin correr el riesgo de arañarme con una astilla.
Por lo demás, algo como lo que dibujas parece verse en el horizonte de la retrospección.
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