viernes, 27 de febrero de 2009

Si hay que inventar, se inventa

Me paseaba hace un rato por la blogosfera Anti-ZP, cuando el título de un post me llamó la atención : "Las células-madre fetales producen tumores". Ya el título me pareció algo provocador, quizá rocambolesco, así que decidí adentrarme en el contenido del artículo del compañero Miguel Ángel Amela. Siento decir que lo que leí me pareció endeble, falto de coherencia y sensacionalista. Aquí os enlazo el artículo.

Me gustaría destacar únicamente algunas frases de su escrito. Y vaya por delante que yo soy un hombre de ciencia y que no me considero precisamente progre.

1. Lograr un fin maravilloso como pudiera ser la curación del cáncer o del SIDA o de lo que sea, no parece razón suficiente para pasar por encima de personas concretas, aunque su tamaño sea minúsculo. Querido Miguel. No se pueden meter en el mismo saco todas las enfermedades a la hora de hablar de células madre. Hasta donde yo sé no hay ningún estudio en que se haya intentado curar la infección VIH a través de las células madre ni nada por el estilo. Las investigaciones actuales están tratando de promocionar los inhibidores de la fusión y siguen trabajando en los inhibidores de la integrasa.
Y un pequeño apunte. Es evidente que sería largo de discutir el fondo de lo que planteas. Pero también es verdad que la Iglesia trata de alentar a los que sufren y los papas siempre han pedido por el fin del sufrimiento. Si los hombres de ciencia podemos tratar de paliar ese sufrimiento bienvenido sea. Aunque es evidente que no todo vale.

2. Son muchos científicos los que han tenido que sufrir la persecución por afirmar que el camino que debe seguir la ciencia en la investigación de células madre pasaría por las adultas (del propio tejido o de cordón umbilical por ejemplo) en lugar de emplear las de embriones. No conozco quienes son tales científicos, porque hay mucho sensacionalismo en la prensa, pero no dudo que existan. Ahora bien, hay que cuidar el concepto de célula madre adulta.
Una célula madre, pluripotencial, totipotente o steam cell, es una célula que con los estímulos correspondientes puede diferenciarse hacia un determinado tipo de tejido, o sea, que una célula madre podrá ser un hepatocito o un miocito dependiendo de las señales que le lleguen.
Las células madre adultas son aquellas que están en los tejidos humanos de cualquier persona y que tienen como función regenerar un determinado tejido cuando este es agredido o destruído. Lo único que diferencia a las células madre de un embrión de las del cordón umbilical es su localización, y por ende sus connotaciones éticas.
Yo no entro en el debate de las células madre, simplemente creo que es imprescindible no vender humo ni en uno ni en otro sentido. Ni Bernat Soria ha descubierto nada con diez años y decenas de millones en la investigación con las células madre, ni se puede descartar la utilidad de las células madre, ni se deben confundir los términos científicos.

3. De las investigaciones con células madre embrionarias no se conoce ningún éxito, pero sí en las de propio tejido o en las de cordón umbilical (incluso han surgido bancos públicos y privados para la gestión de esto). No tiene nada que ver compañero. Lo que se está investigando adecuadamente son las señales que intervienen en la diferenciación de las células madre en uno u otro sentido. Tan útiles serían las procedentes de un sitio como las procedentes de otro. Lo que suscita el debate, el núcleo de la confrontación, es la idoneidad o la rectitud ética que supone el uso de embriones para fines científicos.

4. Y por último, querido Miguel. No se puede titular un artículo de la forma en que lo has hecho, porque lo que se interpreta de ello está muy claro: no se deben usar células madre fetales porque producen tumores. Y eso es una barbaridad en todos los sentidos, es puro amarillismo. Por esa regla de tres las personas afectas de un teratoma o de un tumor germinal, consecuencia de la mala migración de las células embrionarias, son alienígenas, extraterrestres y progres. No es así.
Cualquier célula, por el hecho de serlo, puede potencialmente adquirir las características de una célula tumoral: inmortalidad, no inhibición con las células vecinas, crecimiento incontrolado... En el caso que nos ocupa las células madre pueden derivar a células tumorales. Pero eso es independiente de su origen. Por tanto el titular es, cuanto menos, inexacto.

Hay que ser muy cuidadoso al tratar según que temas, máxime cuando se escribe en un foro abierto donde muchas personas pueden leerlo y hacer uso de esa información. Hay que limitar la ciencia, hay que acotar la investigación... pero hay que tener claros los conceptos y las cartas con las que se juega la partida.

jueves, 26 de febrero de 2009

Si te equivocas, rectifica

Yo sé que soy tremendamente imperfecto, en el pensar y en el obrar. Sé que como buen obsesivo, o predepesivo que dirían los clásicos, soy perfeccionista, metódico, rigurosos y pulcro. No me gustan las medias tintas y aunque tengo buen carácter tengo mal temperamento. Soy un cáncer, un cangrejito, como argumentaría mi amigo Tumbaíto.

Sin embargo, y aunque no lo parezca, soy una persona humilde que sabe darse cuenta de sus múltiples errores y trata de enmendarlos. Entiendo, comprendo y acepto que no todo el mundo cree en el perdón, yo sí, creo en él fervorosamente, y que cuando se le presentan las disculpas algunos no sea capaz de aceptarlas. O que incluso puedan guardar rencor indefinidamente.

Es también habitual que cuando los demás se equivocan, una parte importante no quiera rectificar, o más aún, que no vean en su actuación culpa o error. Yo siempre creo que en cualquier conflicto, discusión o desencuentro hay culpas repartidas, aunque bien es verdad que siempre uno es más culpable que el otro. E igual que para otras cosas, si uno de los dos no quiere reconciliación, la misma no es posible.

Después del MIR, una vez enterrado definitivamente el estrés y viviendo casi como un jubilado de medio siglo de existencia, uno reflexiona, se tranquiliza y ejecuta lo que su mente le dice, en este caso, le ayuda a rectificar definitivamente conductas inadecuadas realizadas en el pasado. Hablando se entiende la gente, que decía aquel, y es absolutamente cierto. No hay nada más gratificante que la pacificación, la reconciliación, el entendimiento y el reencuentro.

Y como si esto fuera una liturgia, tras el perdón y el ofertorio, lo mejor es el momento de gracias. Así que en este momento en que uno, sabedor ya de su puesto como opositor, tiene que decidir hacia donde encamina los pasos de su vida, no está de más reconciliar y reconducir aquellos posibles fallos que se pudieron cometer en el pasado. Entonces, quizá, había razones. Hoy sólo hay motivos para el arrepentimiento y la rectificación.

martes, 24 de febrero de 2009

Buenísima imitación





domingo, 8 de febrero de 2009

El bilingüismo selecto

Este fin de semana se ha caracterizado por la defensa del bilingüismo en Galicia y en Cataluña. Como bien decía Albert Rivera el viernes en la Cope, parece bochornoso que en pleno siglo XXI haya que manifestarse por semejante asunto. Mientras el mundo globalizado va camino de la amplitud de miras, en España seguimos con la visión reduccionista creyendo que tiene más preponderancia el fomento del gallego, el catalán o el vascuence que el del español, tercera lengua más importante del mundo tras el chino y el inglés.

Por un lado se celebró una manifestación en Galicia, tierra preciosa y nueva cuna del invento nacionalista. Allí la marcha estuvo secundada por el PP, UPyD y Ciudadanos, a parte de otras organizaciones cívicas. El objetivo, no sé si más electoralista que otra cosa, era reivindicar el derecho tantas veces pisoteado en Galicia del bilingüismo. Nadie defendió la preponderancia del castellano sobre el gallego, sino la necesidad de que castellano y gallego sean tratadas en igualdad de condiciones. Más aún, que no haya discriminación para aquellas personas que no hablen el gallego y que quieran expresarse en español.

Por otro lado se celebró una marcha en Cataluña con el mismo objetivo, pero con dos grandes diferencias. En primer lugar que en Cataluña la radicalización del separatismo es más antigüa y mucho más feroz, al menos a día de hoy. Y en segudo lugar llama la atención la ausencia del PP en este caso. La ausencia del PSC y de sus nacionalistas aplaudidores es obvia, pero la del PP es inexplicable. Es inexplicable porque entre los principios del PP está, o al menos estaba hace un año, la defensa de los principios constitucionales y por ende la defensa del español.

Hace unos días un dirigente del PP afirmaba con absoluta alegría que no había ningún problema con el castellano en Cataluña. Cosa que todo el mundo sabe que es absolutamente falsa. Por eso no entiendo la actitud de este PP, copia mala del PSC o incluso de CIU, que ayer debía haber estado defendiendo el bilingüismo junto a UPyD y C´s. ¿Estrategia política o cambio de chaqueta? La verdad es que no lo tengo muy claro. Pero siempre recuerdo las palabras de un amigo afín al PP que decía: las elecciones generales se ganan en Cataluña.

Si a esto le sumamos que Basagoiti va dando tumbos, ya se sabe, "El PP ha cambiado", como le dijo Lassalle a María San Gil, pues lo que parece es que el PP ha asumido como propia la estrategia del PSOE de regionalizarse, de formar un partidín propio y autosuficiente en cada una de las taifas en que está dividida España. Y si no miren al PP de Baleares, al de Valencia o al de Canarias para observar como cada uno de ellos hace lo que le viene en gana.

Si los dos grandes partidos, que son los que se van a turnar en el poder, se han rendido al nacionalismo, la destrucción definitiva de España es irremediable. Lo que cambia es que la pasada legislatura el PP, que representaba a 10 millones de votantes, representaba la resistencia frente a esa ruptura orquestada por el PSOE bajo la coacción de los nacionalistas. Sin embargo ahora, y por mera estrategia electoral, el PP es capaz de defender una cosa y la contraria con tal de arañar unos pocos votos. Y lo peor de todo es que eso, no le va a llevar a la victoria.

viernes, 6 de febrero de 2009

Vendedores de humo

Si algo caracteriza a nuestra sociedad actual es la existencia de vendedores de humo en cada esquina. En el trabajo, en las relaciones sociales e incluso en las relaciones personales cualquier hombre o mujer, hasta el más digno de confianza, puede ser un vendedor de humo.

Tanto es así que uno no deja de sorprenderse cada vez que se consigue desenmascarar a estos vendedores de humo. Suelen ser personas deslumbrantes, muchas veces brillantes y excitantes, pero que debajo únicamente esconden una doble moral y una actitud perversa y mentirosa difícilmente identificable.

¿Se puede hablar de traición cuándo se descubre que alguien que se creía de confianza es un vendedor de humo? Probablemente no. Probablemente la culpa es de quien cree lo que ofrecen estos pesqueros provincianos que van de pueblo en pueblo vendiendo vanalidades a tontos e ilusos que se lo creen.

Cualquiera podemos ser estafados por estos vendedores de humo. Cualquiera de nosotros podemos caer en la trampa de estos cameladores y especialistas en el timo, que se caracterizan por su don de palabra, su saber estar y su sutileza... que no son más que meras estrategias para conquistar y amaestrar a sus víctimas.

Son los nuevos protagonistas de la sociedad moderna. Están inmersos en nuestras vidas esperando a vendernos sus mentiras envueltas en un paquete casi rosa, y así conseguir que al final, tras la estocada definitiva, caigamos al albero como toros de lidia vencidos. Sangre a borbotones, sangre de dolor por la estocada, por el humo y por la mentira.

La cautela es nuestra mayor protección contra los vendedores de humo. Sólo así sabremos que al meternos en el "tunnel d´Or" de nuestras vidas conseguiremos esquivar a los vendedores de humo y alcanzar el fin, el fin del túnel, que no es más que la felicidad. El problema es que la mayoría, como tropezamos y caemos repetidamente con los vendedores de humo, tenemos cada vez más lejos la verdadera felicidad.

jueves, 5 de febrero de 2009

En defensa de Benedicto XVI

Hace unos días el papa Benedicto XVI levantó la pena canónica de excomunión a los llamados obispos tradicionalistas, un grupo de clérigos que habían recibido dicho castigo por no condenar el Holocausto, o mejor dicho, por apoyar determinadas actuaciones del nazismo durante los años más calientes del siglo XX.

A raíz de esto, parte de la comunidad internacional, estúpidos en su mayoría, han aprovechado la ocasión para emprender una campaña de insultos y descalificaciones contra la Iglesia Católica y el sumo pontífice. Y ya se sabe, cuando se mete uno con la Iglesia nunca está de más incluír en el paquete los delitos de la Inquisición y los casos de pederastia.

Tan potente ha sido la corriente de estupidez que se ha emprendido a raíz de la decisión del papa, que hasta la señora Angela Dorothea Merkel ha pedido una rectificación al papa. No hablaremos de España, donde los tontiprogres y pijitontos de turno han aprovechado la ocasión para, melancólicamente, rememorar los luminosos tiempos en que se quemaban Iglesias, se asesinaban católicos y se fusilaban curas.

En primer lugar hay que decir que la Iglesia contemporánea, en boca de sus máximos responsables, ha condenado hasta la saciedad la matanza nazi contra el pueblo judío. Desde el concilio Vaticano II todos los papas han condenado actuaciones como las perpetradas en Alemania durante el III Reich y la II Guerra Mundial. Se ha condenado esto como se ha condenado la actuación del Tribunal de la Inquisición y como se han condenado los casos de pederastia protagonizados por sacerdotes de la Iglesia Católica.

La ignorancia, siempre muy atrevida, es lo único necesario para decir barbaridades. Como una parte importante de la población desconoce lo más básico sobre el pueblo judío, no es de extrañar que sea esta gentuza la que clama contra el Estado democrático de Israel y clama ahora contra el papa. Si supieran lo que significa para los cristianos el judaísmo, y por ende el Antiguo Testamento, nadie sensato diría semejantes barbaridades.

¿Qué ha llevado al papa a tomar esta decisión? Esta decisión, explicable desde la generosidad, fue uno de los pilares del pontificado de Juan Pablo II. La capacidad de perdonar y reconciliar, la idea de alcanzar la máxima comunión entre los cristianos y llegar a un entendimiento con el resto de religiones ha sido uno de los caballos de batalla de los dos últimos papas. Por eso ahora Benedicto XVI da un paso más hacia la reconciliación con este perdón a estos obispos tradicionalistas. El reconocimiento al sufrimiento del pueblo judío y el perdón a estos obispos.

El ateísmo galopante que asola nuestra sociedad, junto con la "yihadización" de la religión, entendido como el miedo al islam por parte de Occidente, están llevando a una situación de estupidez generalizada. Estamos forjando una sociedad que no sólo trata de enterrar y dinamitar lo religioso, sino que trata de eliminar el mensaje cristiano y todo lo relacionado con él. Una sociedad dominada por el pensamiento único. Una sociedad en que se intenta llevar a la práctica el deseo "niechtziano" de anunciar la muerte de Dios. Pero ya lo dijo San Agustín, obispo de Hipona: nadie niega a Dios sino aquel a quien le conviene que Dios no exista.

miércoles, 4 de febrero de 2009

Mientras, todos miran hacia otro lado

Ayer volvimos a conocer las últimas cifras de desempleo en España. O mejor dicho, el indicador que mejor refleja la tendencia del mercado laboral. Porque si las cifras del gobierno hablan de tres millones y medio de parados, la realidad es que con total probabilidad rondamos los cinco millones de desempleados.

Por una parte está la desvergüenza del Gobierno socialista, que conviene recordar aumentó su respaldo electoral hace a penas un año. Los inteligentísimos españoles depositaron su confianza en el hombre de las políticas sociales, los 400 euros y el pleno empleo. Pues ahí tienen los datos para regocijarse. Sobre todo porque buena parte de los nuevos parados son votantes socialistas. Pero no se engañen, a pesar de todo, seguirán siéndolo.

Por otra parte está el Ministerio de la oposición. Ayer el "finger president" del PP Mariano Rajoy nos deleitó con un patético discurso en la comunidad autónoma catalana que se podría resumir en: no, yo no critico al gobierno porque no hay motivo. Supongo que ese discurso le habrá supuesto al señor Rajoy una notable inyección de votos en Cataluña, más o menos de la misma cuantía de los que ganó Piqué en su última hazaña política.

Y si el gobierno y la oposición son imbéciles funcionales, más bien afuncionales, no podemos olvidar la magnífica labor, en favor del mal evidentemente, de lo que llaman agentes sociales. Agentes sociales se puede definir como el conjunto de vagos no titiriteros que viven de las subvenciones y aplauden al gobierno tres veces por cada 200.000 parados que inscibe en las listas del paro. Mera gentuza que con la que está cayendo se dedica a renegociar los casi 10 millones de euros que recibe del gobierno a modo de subvención. Yo que Carmen Machi me hacía sindicalista.

Pleno empleo, subvenciones millonarias, miradas hacia otro lado... amenazas a los bancos, mutismo absoluto... Hoy ya varios periódicos europeos ponen a España a caer de un burro. Y no es de extrañar. Con un Gobierno empeñado en seguir vendiendo la moto a los adormecidos españoles, unos sindicatos obsesionados con mantener sus privilegios y una oposición embebida en cambiar consejos de administración de las cajas, detectives privados mediante, nada bueno podemos esperar.

Ayer a uno se le desgarraba el alma al ver a unos mineros que bloqueaban las vías del AVE acusando a la Junta de Andalucía de incumplir sus promesas de recolocación laboral en 2008. Estoy casi seguro que la mayoría de ellos eran votantes socialistas. Si no fuera por los gritos desgarradores que emitían, si no fuera porque sus familias llevan semanas en condiciones de pobreza o de pseudoembargo, me daría la risa. Pero la situación es dramática y en este momento lo único que me pueden producir es compasión.

Desgraciadamente las vacas flacas han llegado, y durarán más de lo previsto, previsiblemente cerca de una década. Muchos siguen diciendo, aún con la que está cayendo, que esta crisis nos viene de EEUU. Parece que Iñaki (Gabilondo) ya no lo tiene tan claro. Lo malo será que cuando las potencias internacionales empiecen a recuperarse, España continuará siendo líder en destrucción de empleo, en deuda pública y en idiocia congénita.

domingo, 1 de febrero de 2009

A Irene Villa

Una vez por semana Irene Villa dedica una carta en el programa La Linterna a "quien corresponda". No domino la epístola, pero sí me gustaría dedicarle unas líneas a esta mujer de titanio, como ella se denomina, que hoy nos presenta un reportaje en El Magazine de El Mundo verdaderamente fantástico.

Hace mucho tiempo que admiro a Irene Villa. No porque sea una víctima del terrorismo, que no es poco. No porque sea una de las víctimas más jóvenes de la banda criminal ETA, que también. Mi admiración por ella nace de su fortaleza, de su coraje y de su afán de superación. Una mujer marcada por el terrorismo cuyo máximo regalo es una sonrisa imperturbable.

A mi como médico me conmueve el sufrimiento. Esta misma mañana sobre las 7:30 tuve que certificar la muerte de un paciente que, por ser su muerte esperada, no deja de ser alguien al que coges cariño y afecto en el transcurso de los días. Un hombre que se va y una familia que se queda, dolorida a pesar de que la noticia no les ha cogido por sorpresa. Y allí está uno, en la labor de médico-alentador, tratando de mantener la entereza y no derrumbarse con la familia, manteniendo la serenidad y transmitiendo fortaleza y confianza.

Si esta labor de los profesionales médicos es muy complicada, igual de complicada se presenta la vida para una jovecilla que por la esquizofrenia de los asesinos se ve privada de dos piernas y ve su vida marcada con esa huella imborrable. No creo que el camino que ha recorrido Irene Villa hasta hoy haya sido nada fácil. No le deseo a nadie un trago semejante, por muy malvado que sea. Pero la vida es sufrimiento en una gran parte y todos, en mayor o menor medida, nos vemos sometidos al desconsuelo en múltiples ocasiones a lo largo de nuestra existencia.

Hay una cosa que no se me borra de la cabeza, y es la sonrisa de Irene Villa. No puedo para de admirar a una mujer que huye de etiquetas y ensalza al amor como única bandera válida para pasearse por este mundo cruel e injusto. Una mujer que se ha sobrepuesto a las circustancias y que debe constituir una verdadera lección para todos y cada uno de los que leemos estas líneas.

Nos quejamos con frecuencia de nuestras desdichas diarias, de nuestros problemas cotidianos... y no es hasta que tropezamos con la muerte o con el verdadero sufrimiento cuando reordenamos nuestra escala de valores, nuestro orden de prioridades. A unos nos toca antes, a otros después... y otros tienen la suerte de que no les toca nunca. Cuestión de probabilidad. Pero lo más reconfortante es ver que la lucha ha sido fructífera.

Vaya hoy desde aquí mi admiración y reconocimiento a Irene Villa. En lo intelectual, porque es una mujer extraordinariamente formada. En lo personal porque es un ejemplo a seguir. Y en lo moral porque ella, mejor que nadie, ha sabido poner en práctica el mensaje cristiano que tan brillantemente nos cuentan los Evangelios. Necesitamos más irenes.

El verdadero Wyoming