viernes, 10 de octubre de 2008

Soraya, liberalismo y economía

Hacía bastante tiempo que no me sentaba después de cenar a ver la televisión, pero llevo tres días consecutivos haciéndolo por culpa de mi portátil o de mi router wifi, según como se mire, que me han tenido vetado el acceso a internet hasta este momento. Supongo que como no hay mal que por bien no venga pues he podido seguir las tertulias nocturnas televisivas, véanse el nuevo programa de Veo TV con J. L. Gutiérrez, el ya habitual Gato al agua de Antonio Jiménez, y ayer el ya tradicional 59 segundos de la "uno".

En primer lugar debo felicitar una vez más desde esta bitácora a Soraya Sáenz de Santamaría, que como siempre he dicho tiene una cabeza muy bien amueblada y tiene más paciencia que el santo Job. Ayer estuvo, como en otras ocasiones menos en su entrevista con Jiménez Losantos, y como suele ocurrir en el Parlamento, ciertamente brillante. Sigue usando de pena las manos, pero ha mejorado en el ritmo del discurso. Y sobre el contenido pues claro y sencillo, como casi siempre, muy adecuado para el foro al que se enfrentaba.

Pero si la entrevista estuvo bien, con la chica de la Ser muy aseada, no lo estuvo tanto la "tertulia" posterior. Había dos personajes especialmente groseros: J.M. Calleja, el vendido al socialismo al que todos ya conocemos, y un nuevo y triste descubrimiento para mi, el ínclito director del diario de cabecera de miles de españoles, el diario gratuito (todo en él es gratuito) 20 minutos.

Pues bien, su director es sencillamente idiota, con perdón. No sólo no sabe argumentar, como era de esperar, no sólo es intelectualmente limitado, sino que además es seco como una pasa y se basa en tantos tópicos trasnochados, que diría la vice, que resultó excesivamente cansino. Trató sin éxito de dar leña a Soraya, que, una vez más, y con infinita paciencia, explicó y reexplicó su postura sobre los temas que se le planteaban, especialmente el de la crisis económica.

Es evidente que la chapuza orquestada por Zapatero de inyectar entre 30 y 50.000 millones de euros sin ningún tipo de control, se balancea entre la corrupción y la idiotez más absoluta. Que un gobierno aislado internacionalmente al estilo autárquico franquista, con los mayores índices de destrucción de empleo de la UE nos hable de confianza y soluciones es de risa. Y como el PP en materia económica tiene a uno de los mejores ministros de la democracia, Cristóbal Montoro, pues es normal que exiga una comisión que garantice que cada uno de esos euros va a llegar a las pequeñas y medianas empresas y a los consumidores. Y es que, como es normal, no nos podemos fiar de un inquilino monclovita que se asesora de centenares de personas...¡Qué plural!

De igual forma Soraya volvió ayer a repetir un principio de la economía liberal muy importante y aplicable a esta crisis, como es que lo más importante es que el Gobierno trabaje por la creación de empleo. La crisis tiene múltiples factores, pero la única forma de atarla y controlarla es dando confianza y facilidades a los empresarios para que creen empresas y crear así puestos de trabajo. Si el ciudadano trabaja y no se le aumenta la presión fiscal (cosa que el alcalde de Valladolid es incapaz de comprender), estará en disposición de gastar, con la cascada de consecuencias positivas que eso tiene. De nada sirve inyectar millones de euros si no se sabe ni cómo, ni cuándo ni para qué.

Y un último apunte acerca de las cosas que dijo Soraya y con las que muchos estamos muy de acuerdo. Lo que nunca haría un gobierno liberal, por tanto decente, sería recortar las prestaciones sociales. Lo que haría un gobierno liberal antes de congelar los sueldos de los funcionarios es "eliminar los gastos superfluos, como algunos ministerios y altos cargos". La relación de esos gastos superfluos los enumeró someramente ayer Soraya y de forma más exhaustiva hoy César Vidal en su editorial de La Linterna. Y recalco, un liberal nunca recortaría las prestaciones sociales... o sea, que un gobierno liberal no animaría a hacer planes de pensiones por la quiebra del sistema público de pensiones (Pedro Solbes, 1995-1996) o no reduciría el montante económico destinado a las becas (Mercedes Cabrera, octubre de 2008).

4 comentarios:

Jorge Castrillejo dijo...

la mejor forma de llevar fondos a las empresas y a los consumidores es reduciendo el IRPF y el IS.

Miguel A. Pazos Fernández dijo...

¿Arsenio Ecolar? Ese es el padre de Nachete. Todo el socialismo queda en familia.

Un saludo

José Enrique Carrero-Blanco Martínez-Hombre dijo...

Te comunico que he convocado el I Premio al mejor blog y, por supuesto puedes proponer a tus dos candidatos conforme la bases que he establecido.

Mike dijo...

Vaya. Pues quería escribir lo ismo que J. castrillejo. Así que solo me queda saludaros a todos.