jueves, 26 de febrero de 2009

Si te equivocas, rectifica

Yo sé que soy tremendamente imperfecto, en el pensar y en el obrar. Sé que como buen obsesivo, o predepesivo que dirían los clásicos, soy perfeccionista, metódico, rigurosos y pulcro. No me gustan las medias tintas y aunque tengo buen carácter tengo mal temperamento. Soy un cáncer, un cangrejito, como argumentaría mi amigo Tumbaíto.

Sin embargo, y aunque no lo parezca, soy una persona humilde que sabe darse cuenta de sus múltiples errores y trata de enmendarlos. Entiendo, comprendo y acepto que no todo el mundo cree en el perdón, yo sí, creo en él fervorosamente, y que cuando se le presentan las disculpas algunos no sea capaz de aceptarlas. O que incluso puedan guardar rencor indefinidamente.

Es también habitual que cuando los demás se equivocan, una parte importante no quiera rectificar, o más aún, que no vean en su actuación culpa o error. Yo siempre creo que en cualquier conflicto, discusión o desencuentro hay culpas repartidas, aunque bien es verdad que siempre uno es más culpable que el otro. E igual que para otras cosas, si uno de los dos no quiere reconciliación, la misma no es posible.

Después del MIR, una vez enterrado definitivamente el estrés y viviendo casi como un jubilado de medio siglo de existencia, uno reflexiona, se tranquiliza y ejecuta lo que su mente le dice, en este caso, le ayuda a rectificar definitivamente conductas inadecuadas realizadas en el pasado. Hablando se entiende la gente, que decía aquel, y es absolutamente cierto. No hay nada más gratificante que la pacificación, la reconciliación, el entendimiento y el reencuentro.

Y como si esto fuera una liturgia, tras el perdón y el ofertorio, lo mejor es el momento de gracias. Así que en este momento en que uno, sabedor ya de su puesto como opositor, tiene que decidir hacia donde encamina los pasos de su vida, no está de más reconciliar y reconducir aquellos posibles fallos que se pudieron cometer en el pasado. Entonces, quizá, había razones. Hoy sólo hay motivos para el arrepentimiento y la rectificación.

4 comentarios:

Rodrigo Manchado dijo...

Venga, vale, te perdono XD

Fin de los Tiempos dijo...

¿Algún día Zapatero hará lo que usted y se sentará a reflexionar y pedir perdón?

Caballero ZP dijo...

Rectificar es de sabios, y reconocer uno sus errores también, además de ser inteligente.
Saludos

Ramón_Lozano dijo...

No eres el único que rectifica, da un portazo a los errores del pasado y mira al futuro con nuevas perspectivas.

Un abrazo