La claudicación del presidente Obama
Ya se veía venir que el señor Obama no era más que un buhonero, un vendedor de humo, un retórico trasnochado y un absoluto incompetente. Un rey de la palabrería al estilo Zapatero, que ganó por puro marketing (contenido muy escasito, todo sea dicho), con una megacampaña pagada por vaya usted a saber quien y controlado por su secretaria de estado, la señora Clinton.
Lo que ha hecho Obama es una vergüenza, y estoy seguro de que los americanos no lo olvidaran con facilidad. La reverencia, la genuflexión y el arrodillamiento del presidente de la primera potencia mundial ante los jerifaltes árabes, los líderes de la Yihad islámica que desde hace décadas está desestabilizando la paz mundial, no es algo liviano y anecdótico.
La reverencia del presidente americano frente a los mandatarios árabes, es un signo de rendición, es una imagen de derrota de la democracia occidental frente al totalitarismo y el terrorismo islamista. Una claudicación que hace un daño tremendo a la democracia y a la estabilidad mundial.
Son los países teocrático-islamistas, o más bien islamo-terroristas, los que no han respetado nunca la democracia y el sistema de libertades que se ha desarrollado desde la II Guerra Mundial a lo largo del planeta. Son ellos los que tratan de aniquilar a Israel porque su fanatismo les lleva al odio, a la Yihad, que les conduce a la inmolación, física e intelectual. Israel siempre se ha mantenido firme, a Dios gracias, frente a estos ataques totalitarios. Pero la primera potencia mundial ha claudicado, y por tanto aceptado, el terrorismo como medio para conseguir fines.
Los guiños vergonzosos a Irán ya son dignos de bochorno, pero esto es un auténtico escándalo. Y Obama lo sabe, y por eso ha tratado de censurar las imágenes en que se veía su arrodillamiento ante los terroristas islámicos. Si EEUU, considerada primera democracia del mundo, claudica frente a los regimenes totalitarios, el mundo va hacia un final irremediable.
No creo que una rectificación sea suficiente. El presidente Obama ha quedado en evidencia de cara al mundo, y tendrá que trabajar mucho para que dejemos de pensar que es una marioneta manejada al antojo por los jerifaltes árabes. Los progres tienen que estar encantados con semejante acontecimiento, porque en su ignorancia no saben las tremendas repercusiones que esto puede tener para la democracia y la civilización.
Ya se veía venir que el señor Obama no era más que un buhonero, un vendedor de humo, un retórico trasnochado y un absoluto incompetente. Un rey de la palabrería al estilo Zapatero, que ganó por puro marketing (contenido muy escasito, todo sea dicho), con una megacampaña pagada por vaya usted a saber quien y controlado por su secretaria de estado, la señora Clinton.
Lo que ha hecho Obama es una vergüenza, y estoy seguro de que los americanos no lo olvidaran con facilidad. La reverencia, la genuflexión y el arrodillamiento del presidente de la primera potencia mundial ante los jerifaltes árabes, los líderes de la Yihad islámica que desde hace décadas está desestabilizando la paz mundial, no es algo liviano y anecdótico.
La reverencia del presidente americano frente a los mandatarios árabes, es un signo de rendición, es una imagen de derrota de la democracia occidental frente al totalitarismo y el terrorismo islamista. Una claudicación que hace un daño tremendo a la democracia y a la estabilidad mundial.
Son los países teocrático-islamistas, o más bien islamo-terroristas, los que no han respetado nunca la democracia y el sistema de libertades que se ha desarrollado desde la II Guerra Mundial a lo largo del planeta. Son ellos los que tratan de aniquilar a Israel porque su fanatismo les lleva al odio, a la Yihad, que les conduce a la inmolación, física e intelectual. Israel siempre se ha mantenido firme, a Dios gracias, frente a estos ataques totalitarios. Pero la primera potencia mundial ha claudicado, y por tanto aceptado, el terrorismo como medio para conseguir fines.
Los guiños vergonzosos a Irán ya son dignos de bochorno, pero esto es un auténtico escándalo. Y Obama lo sabe, y por eso ha tratado de censurar las imágenes en que se veía su arrodillamiento ante los terroristas islámicos. Si EEUU, considerada primera democracia del mundo, claudica frente a los regimenes totalitarios, el mundo va hacia un final irremediable.
No creo que una rectificación sea suficiente. El presidente Obama ha quedado en evidencia de cara al mundo, y tendrá que trabajar mucho para que dejemos de pensar que es una marioneta manejada al antojo por los jerifaltes árabes. Los progres tienen que estar encantados con semejante acontecimiento, porque en su ignorancia no saben las tremendas repercusiones que esto puede tener para la democracia y la civilización.
2 comentarios:
Es que se le ha caido...
¡la vergüenza!!
Si ya decía yo que de grande no tenía nada, el tiempo da o quita la razón,
Saludos
Publicar un comentario