jueves, 9 de agosto de 2007

¿Cambiamos los topillos por las infraestructuras catalanas?

Yo me quedo estupefacto. Cuando en mi tierra la gente de la calle habla de topillos (800 millones) y en el hospital no hablamos más que de los casos de tularemia, en Cataluña lloran por el caos eléctrico, ferroviario y de carreteras. Qué paradojas tiene la vida, por Dios.

Durante más de un siglo la comunidad autónoma catalana ha recibido la mayor cantidad de privilegios políticos y económicos del conjunto de la nación. Tanto en periodos monárquicos, republicanos y de dictadura Cataluña se ha beneficiado de su carácter vociferador, de sus eternas y falsas reivindicaciones históricas. Han clamado al cielo por supuestas injusticias, por verse enormemente agraviados por la eliminación de sus fueros tras la guerra de sucesión.

En contraposición en Castilla, luego Castilla la vieja y ahora Castilla y León, no ha abierto la boca ni el tato. Los castellanos hemos callado, hemos bajado la cabeza y hemos sido una región agraviada y discriminada, en lo político y sobre todo en lo económico. Y si alguien podía reclamar historicidad, junto con otras comunidades del norte de España, somos nosostros.

Con el melón de los estatutos-privilegios abierto por el irreverente ZP, las distintas "nacionalidades-estupideces" han decidido subirse al carro del "todo es gratis". Los catalanes, o mejor, sus dirigentes, han liderado el proceso con una reforma anticonstitucional, insolidaria y alocada. En Castilla y León el proyecto de reforma es penoso, soso, insuficiente y deficiente.

Pero cuando llegan los problemas de verdad, ¿qué pasa? En Cataluña han vivido en las últimas semanas una serie de situaciones que dan vergüenza ajena. Unas situaciones que deberían causar bochorno, que deberían sonrojar a una persona decente. Pero en cambio, el oasis catalán sigue tal cual. Los del 3%, los de Perpiñán, los del Carmelo... han vuelto ha protagonizar el caos, la improvisación y la desorganización. Y eso, según la ínclita ministra del ramo, es por causa de las infraestructuras.

¿De qué narices habla esta tía? Con el dinero que han transferido en los últimos 30 años a Castilla y León nuestra comunidad no ha avanzado casi nada, cierto es, pero los líos que se forman aquí no tienen ni comparación. Aquí, con los topillos, la Junta no ha actuado de forma totalmente solvente (ayuda incluída de los oportunistas ecologistas), pero al menos Silvia Clemente (consejera responsable del área) ha dado la cara. ¿Y en Cataluña?.

En Cataluña reciben y reciben y reciben. ¿Y? ¿Dónde están los resultados de dichas inversiones? ¿Dónde están los responsables de este caos? De vacaciones y responsabilizando a Aznar. Y pidiendo más dinero. Y sin asumir responsabilidades. Y sin dimitir en bloque. Pues yo voy a adueñarme de una tesis de Don Amando de Miguel respecto a las provincias vascongadas, pero aplicada a Cataluña: es hora de suspender la autonomía de determinadas comunidades. Y yo creo que los catalanes no se merecen esa clase política, y por tanto, hasta que esta situación de agravio comparativo y de caos no mejore no merece el derecho de autonomía. Hasta las narices estamos ya, ¡por Dios!. Porque ya no es que les afecte a ellos, sino que todo esto me cuesta a mi indirectamente unos cuantos euros. Y no estoy dispuesto, no señor.

5 comentarios:

Decentes dijo...

muy buen post.Que te llegue mucho dinero del Estado no significa que vayas a crecer.Dependera de tu inversion.Si inviertes en pseudoembajadas o en el baile regional catalan en vez de en infraestructuras pasa lo que pasa.Ahora la culpa es del PP y la solucion esta en que en los proximos presupuestos se de mas a Cataluña.No querian autogobierno...

Saludos

Gazulin dijo...

Este es el principio de igualdad. Y lo peor es que exigen mas, después que son los que mas tienen y ¿para que?, como dice el amigo decentes, para poner cartelitos en catalán, y obligar en la doctrina catalanista; mientras en otras partes de España la pobreza y el olvido cada vez mas cerca. Lamentable.

Anónimo dijo...

Chapeau. Ya está bien de llorones.

Anónimo dijo...

Una parte de los Catalanes lo vieron así después de perder España los restos del imperio colonial a finales del XIX e intuir que se íban a resentir económicamente.

Casualmente ahí comienza su andadura el nacionalismo catalán y, como bien indicas, la reivindicación y el lloriqueo contínuo, como el hermano ese que gracias al cuento chino siempre consigue que los padres estén más pendientes de él que del resto.
Para eso no dudaron en manipular la historia a su antojo. Y ahí siguen.

Lo que pasa es que ahora viven de rentas, porque tras casi treinta años de gobierno nacionalista, Cataluña está al borde del colapso. Todo lo que estamos viendo son signos de lo que provoca el cáncer nacionalista, con su clientelismo crónico y sus "inversiones" en inmersiones lingüisticas, propaganda independentista, censura de todo tipo, discriminación general y campañas en el extrangero.

Que curioso que cuando más se ha invertido en el desarrollo en Cataluña haya sido con la monarquía borbónica esa que tanto odia el nacionalismo, con la dictablanda de Primo de Rivera y con la dictadura de Franco... O sea, cuando no habia autonomía, y por lo tanto no gobernaba el nacionalismo.

Saludos
MMX

Ryôga Hibiki dijo...

Independencia sí, pero solo para gastar pasta sin ningún control en gilipolleces... pero para pedir dinero no quieren ser independientes, quieren ser totalmente dependientes de la teta de mamá España.

Y todavía habrá quien se crea ese cuento de los paises catalanes jajaja, qué infelices!