Editorial de la revista CLÍNICA
El pasado mes de julio salió a la luz el número 18 de la revista CLÍNICA que editamos en la Academia de Alumnos Internos, correspondiente al año 2006. Este número era muy especial porque era el resultado de mucho esfuerzo y de muchos cambios. Y correspondía al año 2006, año del VI centenario de nuestra facultad.
Después de que varios cientos de personas hayan recibido la revista, tengo que decir que hemos recibido numerosas felicitaciones, incluída la del decano. Por eso he decidido reproducir el editorial de la revista que refleja nuestra voluntad de cambio.
Se cumplen 600 años de la existencia de los estudios de medicina en Valladolid, convirtiéndonos en la facultad de medicina más antigua de España. Reflexionando sobre esto hemos orientado el contenido de este nuevo número de nuestra revista. Hemos querido que este acontecimiento perfume todo el contenido de este ejemplar número 18 de la época V de nuestra revista CLÍNICA.
En este 2006 nuestra facultad ha organizado múltiples actos para conmemorar una fecha tan importante. Entre ellos, ha habido uno que ha implicado a la Academia de Alumnos Internos de forma importante, como fue la reunión de antiguos alumnos internos celebrada en noviembre y que fue un notable éxito. No podemos olvidar que nuestra academia ha tenido un importante papel en los últimos 200 años de la facultad.
Así mismo, y después de reunirnos con diferentes personalidades del ámbito universitario, queremos que este número sea el punto de inflexión de lo que nosotros pensamos que debe ser esta publicación. CLÍNICA debe reorientar sus objetivos, y así queremos impulsarlo desde este año tan especial para nuestra facultad.
Queremos que nuestra revista cambie su función. Somos conscientes de que el ámbito de la publicación científica no es el lugar idóneo para nuestra revista. Las razones son evidentes. En primer lugar porque cada día hay más publicaciones científicas, más prestigiosas e influyentes que la nuestra. En segundo lugar porque el mundo de internet permite obtener mucha información desde cualquier parte del mundo, por lo que una publicación científico-universitaria en papel carece de sentido. Y en tercer lugar porque cada vez es más difícil hacer una revista interesante y a tiempo basándose en el contenido que tenía la revista hasta ahora.
El lugar que debe y puede ocupar nuestra revista, yo creo que con éxito, es el de ser una revista universitaria, la única de los estudiantes de medicina. Debe ser un foro de debate y de compartir experiencias entre profesores, médicos, residentes, estudiantes, internos y demás miembros del ámbito sanitario, social y universitario. Este creo que es el lugar.
Y eso hemos intentado en este número, y esperamos que sirva de ejemplo para los venideros. Hemos querido pedir colaboraciones que aporten experiencia, conocimiento y calidad a la revista. Hemos querido dar distintos puntos de vista respecto a la situación de nuestra facultad. Hemos querido acercarnos a la medicina social con la labor de la Iglesia con los ancianos y la labor de la Universidad de Valladolid con el pueblo saharawi. Y no hemos querido olvidar algunas de las secciones habituales para no perder completamente nuestra identidad.
No puedo dejar de agradecer a mis compañeros internos, especialmente a mis compañeros de la junta directiva, a muchos estudiantes, profesores y médicos su apoyo. También a los que no han querido colaborar y a los que no les agrade este cambio de rumbo en la revista. Debemos estar abiertos a los cambios, máxime cuando se propulsan desde la ilusión de mejorar y de preservar una publicación histórica de nuestra centenaria academia y seis veces centenaria facultad.
Agradecer también a la Consejería de Educación de la Junta de Castilla y León su constante apoyo y al Vicerrectorado de estudiantes y empleo su atención y su aportación económica, algo clave para que esta revista se haga realidad.
No quiero acabar sin felicitar al Profesor Evaristo Abril por su reciente nombramiento como rector de nuestra universidad. Esperamos que su gestión sea impecable y que fomente la pluralidad, algo de lo que desgraciadamente muy pocas universidades de España pueden presumir. La universidad ha sido tradicionalmente un ámbito del que se han adueñado algunas ideologías, e incluso que se ha usado, y se usa en ocasiones, con fines partidistas y de coacción. Esperamos que esta nueva etapa sea una etapa de apertura, de oportunidades para todos, de pluralidad informativa, de entendimiento y de respeto entre los diversos agentes de la comunidad universitaria.
Por todo lo dicho, esperamos que este sea el principio de un gran cambio. Porque como decía Unamuno “todo cambio me parece, socialmente, provechoso, no más que por ser cambio, en sí y por sí”. Pero tampoco olvidamos las palabras de San Agustín: “No basta con hacer cosas buenas. Hay que hacerlas bien”.
Alberto Esteban
Director de CLÍNICA
En este 2006 nuestra facultad ha organizado múltiples actos para conmemorar una fecha tan importante. Entre ellos, ha habido uno que ha implicado a la Academia de Alumnos Internos de forma importante, como fue la reunión de antiguos alumnos internos celebrada en noviembre y que fue un notable éxito. No podemos olvidar que nuestra academia ha tenido un importante papel en los últimos 200 años de la facultad.
Así mismo, y después de reunirnos con diferentes personalidades del ámbito universitario, queremos que este número sea el punto de inflexión de lo que nosotros pensamos que debe ser esta publicación. CLÍNICA debe reorientar sus objetivos, y así queremos impulsarlo desde este año tan especial para nuestra facultad.
Queremos que nuestra revista cambie su función. Somos conscientes de que el ámbito de la publicación científica no es el lugar idóneo para nuestra revista. Las razones son evidentes. En primer lugar porque cada día hay más publicaciones científicas, más prestigiosas e influyentes que la nuestra. En segundo lugar porque el mundo de internet permite obtener mucha información desde cualquier parte del mundo, por lo que una publicación científico-universitaria en papel carece de sentido. Y en tercer lugar porque cada vez es más difícil hacer una revista interesante y a tiempo basándose en el contenido que tenía la revista hasta ahora.
El lugar que debe y puede ocupar nuestra revista, yo creo que con éxito, es el de ser una revista universitaria, la única de los estudiantes de medicina. Debe ser un foro de debate y de compartir experiencias entre profesores, médicos, residentes, estudiantes, internos y demás miembros del ámbito sanitario, social y universitario. Este creo que es el lugar.
Y eso hemos intentado en este número, y esperamos que sirva de ejemplo para los venideros. Hemos querido pedir colaboraciones que aporten experiencia, conocimiento y calidad a la revista. Hemos querido dar distintos puntos de vista respecto a la situación de nuestra facultad. Hemos querido acercarnos a la medicina social con la labor de la Iglesia con los ancianos y la labor de la Universidad de Valladolid con el pueblo saharawi. Y no hemos querido olvidar algunas de las secciones habituales para no perder completamente nuestra identidad.
No puedo dejar de agradecer a mis compañeros internos, especialmente a mis compañeros de la junta directiva, a muchos estudiantes, profesores y médicos su apoyo. También a los que no han querido colaborar y a los que no les agrade este cambio de rumbo en la revista. Debemos estar abiertos a los cambios, máxime cuando se propulsan desde la ilusión de mejorar y de preservar una publicación histórica de nuestra centenaria academia y seis veces centenaria facultad.
Agradecer también a la Consejería de Educación de la Junta de Castilla y León su constante apoyo y al Vicerrectorado de estudiantes y empleo su atención y su aportación económica, algo clave para que esta revista se haga realidad.
No quiero acabar sin felicitar al Profesor Evaristo Abril por su reciente nombramiento como rector de nuestra universidad. Esperamos que su gestión sea impecable y que fomente la pluralidad, algo de lo que desgraciadamente muy pocas universidades de España pueden presumir. La universidad ha sido tradicionalmente un ámbito del que se han adueñado algunas ideologías, e incluso que se ha usado, y se usa en ocasiones, con fines partidistas y de coacción. Esperamos que esta nueva etapa sea una etapa de apertura, de oportunidades para todos, de pluralidad informativa, de entendimiento y de respeto entre los diversos agentes de la comunidad universitaria.
Por todo lo dicho, esperamos que este sea el principio de un gran cambio. Porque como decía Unamuno “todo cambio me parece, socialmente, provechoso, no más que por ser cambio, en sí y por sí”. Pero tampoco olvidamos las palabras de San Agustín: “No basta con hacer cosas buenas. Hay que hacerlas bien”.
Alberto Esteban
Director de CLÍNICA
5 comentarios:
Felicidades por vuestra revista y que pena que no pueda leerla .Un saludo .
Felicidades pues, caballero.
Gracias por el enlace ;)
Saludos
MMX
Enhorabuena por el éxito de la revista!!!!!
Saludos
Muxas gracias compañeros. Si algún día conseguimos que nos vaya la web colgaré la revista para que la leáis si así lo queréis. Un saludo!
Acabo de descubrirte por la coincidencia en la afinidad por "Los Santos Inocentes". ¿Es posible acceder a la revista en la Facultad de Medicina de Salamanca? Si no, esperaré a que os vaya la web. Un saludo.
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