domingo, 3 de febrero de 2008

La soledad del entrenador

Me ha venido a la memoria esta frase tantas veces repetida por Luis Aragonés cuando veo en el reloj de mi mesa que son las 2:25 de la madrugada del domingo 3 de febrero y estoy aquí en mi "madriguera" yo solo delante de los apuntes de pediatría, concretamente delante del tema de cardiopatías congénitas con shunt derecha-izquierda. Y es la gran soledad del estudiante, tan poco reconocida y a veces tan poco valorada.

Cuando me doy cuenta de que este es, si Dios quiere, el penúltimo examen de la carrera y que en pocos meses seré un licenciado en medicina, me entra vértigo. Pero también me entra una profunda melancolía. Estos casi 6 años se han pasado volando y en mi recuerdo quedan decenas de noches silenciosas como ésta en las que sólo mi flexo y mi propio alma me hacían compañía.

Han pasado los cuatrimestres como si tal cosa. Sufrimiento, esfuerzo y tesón durante estos años. Y ahora al acercarse a la meta aparece el cortejo vegetativo: la palidez, las náuseas, los vómitos, la sudoración y las palpitaciones. ¿Por qué? No es por miedo a enfrentarse a los pacientes, porque en eso ya me he curtido durante dos años. No es ni siquiera el miedo al MIR del próximo enero. Es la profunda tristeza que me provoca en el fondo tener que abandonar a la noche, mi gran aliada, porque la carrera hacia el juramento hipocrático está tocando a su fin.

Creo que me llaman de nuevo las cardiopatías. Deben ser los duendecillos de la noche o los gnomos insomnes que estoy seguro que me están espiando. No hay que doblegarse, la meta está cerca pero aún faltan unos pasos... aunque comparado con el camino recorrido, ya veo la meta nítidamente.

Luego dirán que el saber no ocupa lugar, ¡qué se lo digan a los neurotransmisores!. Lo que quita el estudio responsable es quizá tiempo de ocio y esparcimiento, pero las recompensas que te otorga son impagables. Gano en conocimientos y sabiduría. Gano en realización personal. Y sobre todo gano en que he aprendido a convivir conmigo mismo durante horas, algo que creedme, no es nada fácil.

7 comentarios:

Miguel A. R. Vacelar dijo...

En el penúltimo ando yo tb... y te puedo garantizar que si lo tuyo ha sido una carrera, la mia se asemaja más a un "Paris-Dakar" jejejeje.

Pero bueno, no hay mal que cien años duré, y eso incluye mi vida academica... :) .

Mucha suerte Señor Doctor! Te dejo con Pediatría, que yo me voy a mi Dcho Internacional Privado! jejeje.

Un abrazo!!!*

PD: A tenor del caso practico que tengo delante... un consejo, no te cases nunca con una senegalesa, ni adoptes un niño salvadoreño en Colombia... ¡ES UN FOLLÓN! JAJAJAJAJA

Anónimo dijo...

Dímelo a mi. Llevo 40 años peleándome conmigo mismo... Es lo más difícil aguantarse a uno mismo.

Un pequeño esfuerzo y ya está. Vamos a montar una fiestorra que te vamos a dejar el blog hecho unos zorros. :)

El Cerrajero dijo...

Estudia bien el tema de las cardiopatías porque con Rodríguez el Traidor están aumentando notablemente xD

Suerte con los exámenes.

Alberto Esteban dijo...

Jeje pues me parece bien lo de la fiestorra...

Y tranquilo Miguel A. que no creo que me case con una senegalesa vamos y viendo el devenir de la vida quizá con ninguna.xD.

Saludos

Fin de los Tiempos dijo...

Amigo mío, tan pronto espera deshacerse de la noche? Primero le quedan unas cuantas hasta el MIR y luego las guardias obligatorias de todo R1, R2... Y luego vendrán los congresos, el doctorado, las especializaciones,,,

Claudedeu dijo...

¿Cardiopatías congénitas con shunt derecha-izquierda? Y yo que pensaba que estudiar la organografía del corazón era ya de por sí complicado...

Andrés Álvarez dijo...

Ánimo rapaz. Yo tengo muchos amigos en Medicina y ya andan extresados con los exámenes de esta época. ¡Y están en 1º y 2º de carrera! Saludos