Con cabeza y corazón

Acierto pleno del PP a la hora de elegir el lema para su campaña electoral. Idiotas aquellos que hablan de plagio, puesto que el lema sudamericano era "con cabeza y corazón, mano dura". Y como bien dicen los expertos en comunicación política nada nuevo bajo el sol, o sea, que casi todo está inventado y lo único que se hace es adaptar las cosas a las circunstancias.

El próximo 9 de marzo hay que votar al PP en primer lugar con la cabeza. Con el convencimiento de que el único gobierno que puede hacer una adecuada gestión de la crisis económica es un gobierno del PP. Con el convencimiento de que sólo un gobierno de Rajoy puede devolver a España a una posición internacional de prestigio, que sólo así se garantizará una España unida, solidaria, moderna y de futuro.

El próximo 9 de marzo hay que votar al PP en segundo lugar con el corazón, porque en estos cuatro años muchas actuaciones de Zapatero nos han dolido, nos hemos sentido traicionados... y en algunos momentos sólo el PP dentro del campo de la política ha luchado o resistido de forma numantina al temporal que se le venía encima.

Es cuestión de balances. Es cuestión de priorizar, de determinar qué es más importante en este momento, si el individuo o el colectivo. Es importante decidir si en este momento lo que nos debe guiar a la hora de votar es salvaguardar los derechos fundamentales de los individuos, como propone el PP, o hacer progresar a la colectividad, como propone el PSOE. Yo lo tengo claro. El individuo está por encima de la colectividad. Nuestros derechos han sido pisoteados desde el ámbito de la individualidad, y necesitamos un cambio de rumbo, un gobierno capaz de preocuparse antes por el individuo que por el colectivo. Necesitamos un gobierno de cambio en España. Por eso yo, el próximo 9 de marzo, votaré a Mariano Rajoy.