La revolución de los "cristinos"

Así es. Independientemente de lo que pase en el Partido Popular (qué pena y qué decepción) se ha abierto una guerra mediática de la recua periodística más rancia e ignorante de la derecha contra los tradicionales líderes de la derecha mediática española. Y todo este grupo de traidores y aduladores del pelele de turno se engloban bajo una nueva corriente de idiocia liderada por la sectaria ultracatólica Cristina López Schlichting, de ahí la denominación de los cristinos.

Qué podemos decir de la líder de este movimiento católico. Una mujer bastante poco puesta en la realidad, obsesionada con las implicaciones religiosas de todo lo habido y por haber y que se ha agarrado a algunos de sus compañeros de emisora para darse a conocer. Aún así esta mujerzuela de escaso desarrollo intelectual carece de influencia pública, a pesar de sus intentos de colocarse en la poltrona del líder de la cadena, purpurados acomplejados mediante.

Una de las ovejas más destacadas del rebaño cristino es la ínclita Isabel Durán, lloroso resto de tertuliana de la Mañana que ha acabado de intelectual obtusa en los programas más indignos de la televisión en abierto. Esta señora que ha vivido del losantismo y que ahora ya se siente libre para alzar el vuelo cual paloma de la paz de la extrema derecha, traicionando en cuanto puede a su padrino y negando tres veces que le conociera.

Otro de los destacados pensadores del grupo ultracatólico de los cristinos es el licenciado Alfonso Rojo, analista mundialmente conocido, de gran influencia y dialéctica impecable. Lástima que le pierda ese estilo pastelero de confesionario del que hace gala en las tertulias de la tele de los maullidos y los ataques a los líderes de la derecha mediática a la que los defenestrados intelectuales se agarran como a un clavo ardiendo.

Hace tiempo que tenía ganas de dedicarle unas palabras al Rajoy periodístico, a Enrique de Diego. Enrique es un ser superior, conocedor de todo y de todos. Un hombre que cojea del mismo pie que Juan Manuel de Prada, cojean de la envidia de no brillar al lado de otras estrellas y tenerse que conformar con las lucecillas del belén de navidad. Este hombre, impostor y propagandista del contra-once-eme que se dedica a repetir, como galán de la derecha anquilosada, las mismas consignas que sus compañeros de secta mediática.

Estos individuos y algún acólito más son las nuevas ovejillas que balan en el prado del nuevo centro político de los sorayos gallardonitas, todos ellos protegidos por el siempre eterno Rajoy Brey, generalísimo de los ejércitos de la derecha. Lástima que algunos estén empeñados en eliminar del mapa a los espartanos... Siempre ha habido clases y clases.