El post número 100

Ayer publiqué mi post número 100. No pretendo que este post sea como el libro de las 100 mejores cartas al director de El Mundo, pero teniendo en cuenta que se cumple un año de la apertura de mi blog y he conseguido escribir 100 post en este tiempo, algo que creía imposible hace 1 año, me gustaría hacer algunas reflexiones.

La idea de abrir un blog surgió casi espontáneamente. Un día en el programa Quiero ser como Pau de María José Navarro en la Cope estaban hablando del boom de los blogs y de que todo el mundo tenía su propio blog. Y yo me dije: a lo mejor con un blog puedo canalizar mi indignación diaria con las cosas que pasan en este país y compartirlo con los demás. Y así surgió el blog.

El nombre lo elegí por razones evidentes. Lo más importante para mi en esta vida es que las personas tengan libertad individual, no libertad global como les gusta decir a algunos. El respeto inquebrantable a un individuo con independencia de ser blanco o negro, creyente o no creyente, guapo o feo, de derechas o de izquierdas, homosexual o heterosexual, rico o pobre. La máxima es la dignidad del individuo y la libertad que Dios nos ha otorgado, es decir, la libertad que tenemos innata.

Y si la libertad es fundamental, no lo es menos la verdad. Y es evidente que, como dijo Jesús de Nazaret, "la verdad os hará libres". Y yo que soy un obseso de la justicia social, creo firmemente en que la lucha incansable por la verdad es lo que nos permitirá, en un futuro, ser verdaderamente libres, o de otra forma, no estar atado a nada. No estar atado a un partido político, a una oligocracia o a cualquier forma impuesta que quebrante los derechos del individuo.

Como es evidente hasta que en marzo mi blog no fue incorporado a la red anti ZP no lo leía prácticamente nadie. Algunos amigos, de los cuales pocos escribían algo, y poco más. Pero estos primeros meses sirvieron para mejorar la redacción y acostumbrarme a lo que significa tener un blog medianamente actualizado.

Repasando los post y los comentarios que habéis hecho durante este tiempo, me doy cuenta de que han pasado muchas cosas en muy poco tiempo, que todo va muy rápido y, desgraciadamente, a peor. Hemos asistido desde 2004 a una serie de atrocidades que están dinamitando este país y esta sociedad. Todo fruto de la descoordinación, la incompetencia, la desidia y la prepotencia de un gobierno de sinvergüenzas que utilizan de la política como medio de subsistencia.

Es muy cierto que el apoyo moral que supone que haya decenas de personas que hagan lo mismo que tú, es decir, que escriban frecuentemente en el blog, ayuda mucho. Y esto es lo que te hace seguir pensando que ante una causa justa, como es denunciar las fechorías de este gobierno, la unión hace la fuerza. Y estamos ante un momento crucial.

Este blog, como el resto, podrían ser diarios de a bordo del mar de acontecimientos que ocurren en España. Y ahí quedan permanentemente las cosas que se escriben y denuncian, para que en el futuro, el tiempo, que es ese juez supremo que da y quita razones, ilumine la verdad definitiva y ensombrezca a los traidores.

Creo que hoy poco más puedo decir. Agradecer una vez más a toda la resistencia su valor altruista y desinteresado, su apoyo y su labor. Como dije hace poco, no sé quien ganará las elecciones ni lo que pasará en el futuro, pero el que hace lo que puede, no está obligado a más.