¡El rey está desnudo!

Recuerdo un cuentecillo, que conoceréis vosotros también, en que se narraba lo que le pasó a un rey muy sobrebio con unos sastres. Dice el cuento que los sastres hicieron creer al rey que iba vestido con caros y sofisticados ropajes mientras éste realmente iba en paños menores. Pero el rey se creía que iba vestido tal como le decían los sastres. Todo así hasta que un niño que estaba viendo un desfile donde procesionaba el rey le gritó: ¡pero si va desnudo!. Y es que nadie, salvo el imberbe niño, se atrevió a decirle la verdad a aquel rey engreído.

Llevo varios meses observando una campaña de promoción en las televisiones de la familia real, especialmente de los principitos. Tele 5 ha sido el adalid de la propaganda monárquica en los últimos tiempos, algo que, permitidme ser malicioso, me hace ver el guante de seda de Letizia manejando los hilos fácticos de España.

De igual manera últimamente, la familia real es protagonista, día sí y día también, de escándalos de todo pelaje. El secuestro de El Jueves, el bautizo de la infantita, la separación de los duques de Lugo, la intentona fallida de la izmierda de plantar al rey en la apertura del año judicial, la semana trágica de Barcelona (ahora en 2007), el bikini de Letizia... y alguno más que ahora no me viene a la mente.

Está claro que la familia real quiere promocionarse, venderse a la opinión pública para cambiar su deteriorada imagen pública. Saben que el común de los mortales reniega con cierta asiduidad del monarca y sus enanitos, de la lujosa vida que llevan (algo que hasta los diarios internacionales denuncian) y de lo poco que realmente hacen. Pero hoy no es esto lo que más me preocupa; a pesar de ser un acto central de una tragicomedia.

Lo que me irrita hoy es la idiotez extrema de un monarca acabado. Puedo ser poco objetivo por mis ideales republicanos, pero acepto que hasta que no haya un político valiente que plantee un referéndum sobre la monarquía esto es lo que tenemos. Por eso, no tolero la actuación de la recua fascista progre catalana en los últimos días para con el jefe del estado español.

Si "Carod al paredón" era objeto de querella, la quema de fotos del rey en la Comunidad Autónoma catalana es digno de cárcel. Otra semana trágica, siempre en Barcelona, siempre por idiotas y siempre por gentuza. Y que recuerden, o que les cuenten, a lo que llevó aquella mítica semana trágica de Barcelona. Pero mientras desaparecen los intelectuales de café en las Ramblas de Barcelona, aparecen actoruchos y payasos mediáticos que actúan en la feria progre. Gente iletrada, cercana al analfabetismo y que se puede encasillar bajo el término de paletos.

Pero si esto es grave, peor aún me parece la actitud del gobierno totalitarista de Zapatero y el silencio cómplice del monarca. Lo del primero se entiende, porque es un inútil y un traidor. Pero lo del segundo no me lo explico. O Polanco desde los infiernos le ha vuelto a dar órdenes al rey como antaño, o ahora el emborrachado es el rey y no el oso o es que aún no han superado la trágica muerte de la hermana de la princesa.

O es porque son borbones (no más borbones, por favor) y el árbol genealógico pesa, o sea, que va a ser el mismo pelele (ver definición literal en el diccionario de la RAE) que fue su abuelo Alfonso XIII permitiendo la dictadura de Primo de Rivera, el desmoronamiento del sistema nacido en la Restauración y el nacimiento de la II República, más conocida como república de Chekas o del Frente Popular.

Pues yo lo siento mucho, pero el rey va desnudo. Quizá sus asesores, supongo entre ellos a la princesa, le dicen que va vestido con los mejores ropajes de seda; pero Juan Carlos va desnudo, o mejor, en paños menores. Y yo no soy un niño, pero se lo digo a nuestro jefe del estado: usted va desnudo, le están haciendo la cama y le quieren largar. No sé si le dará igual... pero haga algo al menos para convencernos de que la idiotez de los borbones no es algo genético.