¿A qué se dedica la policía local?
Bien es sabido que yo soy un firme partidario de suprimir al menos el 50% del funcionariado del Estado Español, ya que es evidente que lejos de aportar un beneficio para los ciudadanos lo que supone es un gravamen económico y sentimental (relacionado con el mal trato que se recibe de una buena parte de ellos). Ya saben, vuelva usted mañana.
Pero dentro de este cuerpo de personas que cobran del erario público, encontramos a los miembros (y miembras) la Policía Local, es decir, a miembros de la policía que se dedican a patrullar las ciudades, no sé muy bien para qué. Quizá se dedican a ejecutar esa nueva forma de hacer política que consiste en que los políticos, desde su sapiencia y buen tino, quieren controlar lo que hacemos, decimos y pensamos.
Pues bien, parte de esa estrategia se ve reflejada con la Policía Local, que como digo tiene como función principal perseguir y descubrir las actuaciones "inadecuadas" de los ciudadanos. No hay dinero para poner los medios que eviten que un sábado por la noche haya gente que vaya a 90 km/h por el centro de una ciudad. Lo importante es hacer persecución del botellón o del encuentro acalorado de la parejita de enamorados de turno.
¿Hasta qué punto hay derecho a que la Policía controle las actuaciones de los ciudadanos? Si nos regimos por los principios éticos de beneficiencia y no maleficiencia, la policía ni hace realmente nada ni deja hacer lo contrario. Es decir. Mientras en el número 33 de la calle que sea se está vendiendo droga en cantidades casi industriales, la policía pasa de largo y tira de las orejas a dos chavalines de 17 años que se besaban detrás de unos arbustos.
Mientras aumenta extraordinariamente la delincuencia en las ciudades, más en esta época que vienen a llamar de crisis, la policía sigue preocupada en alumbrar y desenmascarar a delincuentes del deseo, el desenfreno y el chupito de manzana. Una labor bastante mediocre y de la que siento ser partícipe con mis impuestos.
No se puede entender la existencia de un verdadero estado de derecho con su sistema de libertades cuando los poderes públicos, armados con los "grises" de turno, tratan de forma cainita de asfixiar y destruir al individuo y a su libertad, mientras la delincuencia, la violencia y ciertas actuaciones contempladas como delictivas en el Código penal siguen ocurriendo con el beneplácito de la casta política y de las fuerzas de seguridad del estado.
La policía está para otras cosas, mucho más importantes. Esto es como si ponemos a los sanitarios del 112 a recorrer las calles de nuestra ciudad y ojo, cuando vean a alguien con el moquillo colgando se bajan y le prescriben un Frenadol. Absolutamente indigno y bochornoso. A lo mejor si en vez de asaltar botellones la policía vigilara y tuviera potestad para vigilar la delincuencia alguna chiquilla andaluza hoy seguiría viva.
Pues ánimo, sigamos con la desvergüenza de tener por habitante más vigiladores del cumplimiento de la ORA que traumatólogos, más policías en busca del acaloramiento sexual y mental que personas que velen por nuestra verdadera seguridad. Sigamos pues derrochando nuestro dinero en necedades y estupideces que lo único que hacen es hundir más en el lodo a este país, antes llamado España.
Bien es sabido que yo soy un firme partidario de suprimir al menos el 50% del funcionariado del Estado Español, ya que es evidente que lejos de aportar un beneficio para los ciudadanos lo que supone es un gravamen económico y sentimental (relacionado con el mal trato que se recibe de una buena parte de ellos). Ya saben, vuelva usted mañana.
Pero dentro de este cuerpo de personas que cobran del erario público, encontramos a los miembros (y miembras) la Policía Local, es decir, a miembros de la policía que se dedican a patrullar las ciudades, no sé muy bien para qué. Quizá se dedican a ejecutar esa nueva forma de hacer política que consiste en que los políticos, desde su sapiencia y buen tino, quieren controlar lo que hacemos, decimos y pensamos.
Pues bien, parte de esa estrategia se ve reflejada con la Policía Local, que como digo tiene como función principal perseguir y descubrir las actuaciones "inadecuadas" de los ciudadanos. No hay dinero para poner los medios que eviten que un sábado por la noche haya gente que vaya a 90 km/h por el centro de una ciudad. Lo importante es hacer persecución del botellón o del encuentro acalorado de la parejita de enamorados de turno.
¿Hasta qué punto hay derecho a que la Policía controle las actuaciones de los ciudadanos? Si nos regimos por los principios éticos de beneficiencia y no maleficiencia, la policía ni hace realmente nada ni deja hacer lo contrario. Es decir. Mientras en el número 33 de la calle que sea se está vendiendo droga en cantidades casi industriales, la policía pasa de largo y tira de las orejas a dos chavalines de 17 años que se besaban detrás de unos arbustos.
Mientras aumenta extraordinariamente la delincuencia en las ciudades, más en esta época que vienen a llamar de crisis, la policía sigue preocupada en alumbrar y desenmascarar a delincuentes del deseo, el desenfreno y el chupito de manzana. Una labor bastante mediocre y de la que siento ser partícipe con mis impuestos.
No se puede entender la existencia de un verdadero estado de derecho con su sistema de libertades cuando los poderes públicos, armados con los "grises" de turno, tratan de forma cainita de asfixiar y destruir al individuo y a su libertad, mientras la delincuencia, la violencia y ciertas actuaciones contempladas como delictivas en el Código penal siguen ocurriendo con el beneplácito de la casta política y de las fuerzas de seguridad del estado.
La policía está para otras cosas, mucho más importantes. Esto es como si ponemos a los sanitarios del 112 a recorrer las calles de nuestra ciudad y ojo, cuando vean a alguien con el moquillo colgando se bajan y le prescriben un Frenadol. Absolutamente indigno y bochornoso. A lo mejor si en vez de asaltar botellones la policía vigilara y tuviera potestad para vigilar la delincuencia alguna chiquilla andaluza hoy seguiría viva.
Pues ánimo, sigamos con la desvergüenza de tener por habitante más vigiladores del cumplimiento de la ORA que traumatólogos, más policías en busca del acaloramiento sexual y mental que personas que velen por nuestra verdadera seguridad. Sigamos pues derrochando nuestro dinero en necedades y estupideces que lo único que hacen es hundir más en el lodo a este país, antes llamado España.
6 comentarios:
Los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado ... como así les gusta llamar, se han convertido en meros recaudadores de impuestos.
Multas ... multas ... multas ... el pasado miércoles en Cáceres mientras dos chavales se enzarzaban en una pelea ... ningún policía ... y a 150 metros dos vigilantes de la ORA, el conductor de la grúa, el ayudante y un fotógrafo miraban plácidamente como se llevaban un coche por estar en zona azul sin pagar el diezmo.
Lamentable.
Aquí en Sevilla,Alberto,la Policia Municipal se dedica a poner multas,perseguir a los del "top-manta", a los de los mercadillos ambulantes,y para de contar.
Eso si:la delincuencia ha aumentado(según publicaba ABC)un 86% en los últimos seis meses,y las perspectivas,Alberto,con cuatro millones de parados de los cuales dos millones ya no cobran ninguna prestación,350.000 "sin techo",miles buscando comida en las basuras, auguran un escenario de conflictividad social de consecuencias imprevisibles.
Cada día es más evidente el afán recaudatorio de las diferentes administraciones, toda una vergüenza.
Saludos
"...la policía pasa de largo y tira de las orejas a dos chavalines de 17 años que se besaban detrás de unos arbustos".
"más policías en busca del acaloramiento sexual y mental que personas que velen por nuestra verdadera seguridad"
Jajaja ¿A eso se dedica la policía municipal de Valladolid?
Yo, mientras no supriman la policía municipal de la comisaría de Montera, que parecen sacados de un casting de mister universo, me conformo XD
Un muy buen artículo con mucho buen humor; como el de los perroflautas jeje.
Es que la Policía Municipal. aquí en Madrid, en Pucela o donde sea, tiene como funciones, pues eso, la "policía urbana": o sea, que la gente no tire papeles al suelo, que no aparque en prohibido, que los bares cierren a su hora... o sea, precisamente eso: recaudar, Imagínate cómo estamos en los Madriles después de los obrones de Gallardón, con las arcas municipales exhaustas y necesitadas de fondos.
Tienes un premio:
http://libertadantipsoe.blogspot.com/2009/04/red-hispania-me-concede-otro-premio.html
Publicar un comentario