viernes, 20 de abril de 2007

Sobre la soledad de Cristina López Schlichting y los obispos sátrapas



Si algo nos ha quedado claro en los últimos tiempos es que la señora López Schlichting, además de tener una ignorancia enciclopédica y supina, es una perrita faldera de algunos obispos inútiles y sátrapas que purulan por la Conferencia Episcopal Española. La señora López está trabajando duramente en el boicot que algunos han empezado desde el seno de la Cope para fulminar a sus líderes.


En primer lugar hablemos de estos obispos a los que me refiero. Me refiero a tipos como el obispo de Barcelona y los Martínez Sistach, al obispo de San Sebastián y alrededores, al obispo de Jerez y otra ingente, aunque ridícula, cantidad de sivergüenzas que bailan al compás de la batuta de un inútil integral como es Ricardo Blázquez. ¿Cuál es su objetivo? Liquidar a los comunicadores molestos de la Cope con el único objetivo de enriquecerse. Enriquecerse a costa de arrodillarse ante los nacionalismos. Blázquez, al igual que la mayoría de los obispos vascos, sabemos que está con el PNV; al igual que la Iglesia vasca siempre ha estado más con la ETA que co las víctimas. Y en Cataluña, el océano, los obispos se sienten más cómodos en las moquetas del poder nacionalista que con el pueblo y su sufrimiento. Esto no es nuevo, pero es algo más evidente últimamente.


Por otra parte están los chiripitifláuticos de la Cope, es decir, la señora López Schlichting, el señor Beotas, el señor Rafael Sánchez y el individuo del alzacuellos este, o sea, Manuel María Bru. ¿Qué están haciendo? Bailar también a la batuta de los mencionados obispos, coordinados por un incompetente y a la vez condenado por delincuente, como es Alfonso Coronel de Palma (que hay que recordar que sólo trabajaba para López Schlichting). Todos ellos están intentando ir contra los principales comunicadores de la cadena. Están esforzándose vivamente, especialmente la Señora Schlichting y el señor Bru, para denigrar y desairar a los líderes de la cadena, véase César Vidal, Nacho Villa, Jiménez Losantos y José Antonio Abellán.


Schilchting quedó hondamente emocionada cuando una revista editada por la Iglesia apostaba por ella como sustituta de Losantos en la mañana. Y tanto se lo ha creído que está haciendo méritos ante los obispos susodichos para conseguir tal objetivo (eso se cree la pobrecita). Para ello intenta demostrar cada día que es católica, apostólica y romana; apuesta por la gaceta de los negocios en detrimento de El Mundo ; ignora cuanto puede el 11-M; hace giños a ABC; apuesta por popular TV frente a libertad digital TV (a la que obvia) y rompe la línea de unidad y coherencia de la cadena. Si el resto de programas evitan a algún personajillo por atacar a Cope, ella corre a llevarlo a su programa previo rosario, salve y padrenuestro. Y por supuesto, es la única comunicadora "importante" de Cope que no ha estado en Ponferrada apoyando a Losantos y su micrófono de oro. Vergonzoso. Es evidente a qué juega y para quién.


Estos obispos en connivencia con la señora López, están por otro lado intentando denigrar también a dos pesos pesados de la Conferencia Episcopal, o sea, Monseño Rouco Varela y Monseñor Antonio Cañizares. Y lo hacen porque saben que ellos, y en parte también Monseñor Carlos Amigo, apoyan el actual proyecto de Cope con Losantos al frente. Y eso interfiere en su proyecto, en su trampa y en su traición.


¿Qué les molesta de Losantos? ¿O de César Vidal?¿O de Nacho Villa?Les molesta que defendiendo cada día unos principios algunos amiguetes de estos pérfidos obispos se vean perjudicados. Buscan que la Cope sea una radio samaritana al servicio del poder nacionalista y los señoritos de ciudad. Vamos como en los primeros años del franquismo pero en el siglo XXI. Se encargan de lanzar mensjes amenazantes a los líderes de la cadena. Se sienten horrorizados del tono de Losantos (que es un mito), o de permitir que un protestante (César Vidal) trabaje en una radio católica. Sin embargo no se horrorizan de lo que dice de la Iglesia o de los católicos el gobierno ZP, Durán y Lérida o algunos de estos otros desvergonzados. Y ninguno de ellos sacó la cara por la Cope con la campaña orquestada frente a ella en 2005 y 2006. Sí que estaban para repartirse los beneficios que produjo Cope, por supuesto.


Si finalmente Blázquez revalida en 2008 su puesto de marioneta al frente de la Conferencia Episcopal Española (rezaremos para que no sea así), es de esperar que Losantos finalmente se marche. Y es lógico que con él también se marchen los grandes de la cadena, o sea, César Vidal y Nacho Villa; pero no sólo ellos, sino también los Pío Moa, Girauta, Pedro J, Luis del Pino, José María Marco, Dieter Brandau y todos los comunicadores relacionados con El Mundo y libertad digital. ¿Con qué nos quedamos? Pues con una cosita light, requetecatólica y requetebasura. Conviene recordar que Schlichting no llega a los 300.000 oyentes según el EGM, frente a los 2.500.000 de oyentes de la cadena en términos globales. ¿Va a seguir así la Cope siendo un medio influyente?¿Va a seguir siendo la segunda cadena de radio y la única alternativa a la Ser? Pues no. Se convertiría en una radio de mesilla para dormirse, o mejor, algo que no hay que oir. Pero eso sí, una radio agradable para los gobernantes nacionalistas y para estos señoritos ainerados que tan buenas migas suelen hacer con los obispos de turno.¿Qué haríamos nosostros? Dos posibilidades: escuchar a estos mismos en otro sitio o sintonizar a Carlos Herrera o a Carlos Alsina, que tampoco están mal. Qué bien Blázquez, ¿verdad?. Por cierto, ¡Un beso a de Juana!



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