domingo, 17 de junio de 2007

JOSÉ MARÍA AZNAR LÓPEZ

No se puede negar la importancia que ha tenido José María Aznar en la historia de la democracia moderna, en la regeneración democrática y en el servicio a España. El madrileño afincado en Valladolid consiguió situar durante sus ocho años de gobierno a España en lo más alto del panorama mundial: la entrada en el euro, la presidencia europea, la alianza con EE.UU., la bonanza económica, la creación de empleo...

Cuando Aznar llega a la política activa, dejando atrás sus felices tiempos de funcionario público, llega con las mismas ganas e ilusión que demuestra aún hoy en día por ejemplo en sus intervenciones en FAES. Llega a Castilla y León empezando desde lo más bajo y llega a ser presidente de la Junta. No podemos decir que hiciera algo bueno o malo por Castilla y León en su fugaz periplo por esas tierras, pero si que adquirió las dotes suficientes para su éxito posterior. Si que se dio cuenta de lo importante que son los ciudadanos para los políticos y de la importancia de comunicarse con ellos.

Cuando Aznar llegó a la presidencia del PP a principios de los 90, se enfrentaba al difícil reto de refundar un partido. Se enterraba un partido ultra conservador dirigido por un ex ministro de Franco para dar paso a nuevas ideas y nuevos planteamientos. La tarea iba a ser difícil. El nuevo PP partía por detrás de la UCD y del PSOE y partía apenas de la nada. La tarea de convencer a los españoles de que la nueva derecha liberal podía ofrecer a los españoles lo mejor parecía casi imposible. La tarea de convencer a los españoles de que la nueva derecha estaba alejada del franquismo se antojaba harto complicada.

Por si todo eso fuera poco, José María Aznar tuvo que hacer frente a un auténtico régimen despótico: el felipismo-polanquismo. La alianza más fuerte en favor del mal en muchos años conocida constituía un muro a priori infranqueable para cualquiera, y más para este escuálido hombrecillo del bigote que era Aznar. Ni los GAL, ni FILESA, ni Roldán, ni IBERCORP, ni la Expo, ni Mario Conde, ni Mariano Rubio, ni ninguno de los escándalos del felipismo fueron ayuda suficiente para que Aznar consiguiera derrocar al régimen así como así. Basta con ver lo ocurrido en 1993, cuando Aznar perdió en el último momento las elecciones por exceso de confianza y por no endurecer su campaña. Quizá ese ha sido uno de los mayores fallos de Aznar: los complejos al "qué dirán".

En 1996 Aznar llega con su amarga victoria al gobierno de España y consigue heróicamente derrocar al régimen establecido. Una nueva victoria de la democracia. El camino durante esos 6 años había sido durísimo. Había sufrido todo tipo de ataques, insultos e incluso un atentado. Pero la confianza en los ideales y la inestimable ayuda de sus amigos Pedro J. Ramírez desde El Mundo y de Antonio Herrero desde la Cope lo auparon hasta la Moncloa.

Desde el primer momento Aznar se mostró confiado en regenerar la democracia, destruida y semienterrada por los años de felipismo-polanquismo. Sin embargo su inicio no puedo ser peor con el nombramiento de Eduardo Serra como ministro de defensa y su intentona de dar cerrojazo a toda la corrupción socialista. Esos fueron los primeros complejos de Aznar. Otro de sus mayores complejos fue, sin ninguna duda, su política de medios de comunicación. No sólo no agradeció a los medios que le llevaron al poder su labor (basta ver el desplante que dio Aznar no acudiendo al entierro de Antonio Herrero), sino que favoreció a uno de sus mayores detractores: el grupo Prisa. Algo inexplicable que algún día nos tendrá que explicar Aznar.

A pesar de todo y de todos, Aznar consiguió en los primeros 4 años de gobierno reducir el déficit público que el PSOE había dejado en más del 6%, relanzar la economía, cumplir los criterios del Euro, recuperar la confianza de los empresarios y de los sindicatos y recuperar la paz social. Loables logros fruto de un amplio consenso y de un trabajo espléndido del propio Aznar y de sus equipos de gobierno, especialmente con la ayuda de Jaime Mayor Oreja en Interior y Rodrigo Rato en Economía.

Con la victoria de José María Aznar en el año 2000 por mayoría absoluta, Aznar creía "enterrada la guerra civil como argumento político" y eso fue uno de sus grandes errores: creer que las cosas ahora deberían cambiar. Se abría un periodo de grandes expectativas en que la derecha reformista española conseguía un apoyo sin precedentes por parte de los españoles. Y el gobierno de Aznar no defraudó en los aspectos fundamentales: el crecimiento económico fue imparable, subieron las pensiones, se crearon millones de empleos, mejoró la calidad de vida de los españoles y ante todo se sentaron las bases de una nueva posición internacional de España.

A pesar de que muchos no quieran comprenderlo, la España de Aznar recuperó tras la famosa foto de las Azores un papel que no tenía desde tiempos de los Austrias. España conseguía situarse en la primera fila de salida gracias a la buena gestión interior y exterior del gobierno Aznar. Sin embargo, la decisión de colaborar humanitariamente en Irak no fue tan bien considerada en España. La España que había apoyado las guerras del Golfo se escandalizaba por el nuevo papel de España alentada, como no podía ser de otra manera, desde las izquierdas radicales del nuevo PSOE-ZP. Seguramente Aznar no supo o no quiso explicar su decisión a los españoles. Craso error. Aznar convirtió lo que en principio era una gran decisión para España en una lacra.

A pesar del inevitable desgaste de 8 notables años de gobiernos de Aznar, las encuestas daban una victoria holgada al PP en las elecciones de 2004, aunque ya sin Aznar. Aznar, fiel a su palabra, dejaba la política activa en el momento más boyante de su carrera y orgulloso de su legado. José María Aznar cumplía una vez más su palabra y se marchaba. Sin embargo, el terrible atentado-golpe de Estado del 11-M ensombrecería inevitablemente la alargada sombra de Aznar, máxime cuando se le quiso hacer responsable del mismo. Sin duda Aznar tuvo que hacer frente a uno de los mayores episodios de manipulación conocidos hasta ahora.

Si a algo debe Aznar su éxito, es probablemente a tres cosas: a su mujer Ana Botella, a sus ideales cristiano-democrático-liberales y a su perseverancia. Todo esto es lo que ha guiado y equipado a Aznar en sus muchos años de vida pública y es lo que lo ha ensalzado como referente de la derecha española. Un referente que no se desvaneció con su retirada oficial, sino que se vio fortalecido tras la masacre del 11-M y que sigue siendo un adalid importante para la derecha liberal española.

13 comentarios:

Geshcann dijo...

Aznar ha sido el mejor presidente de la Historia reciente de nuestro país. Con el tiempo los libros le recordarán así. Saludos¡¡¡

Anónimo dijo...

Con respecto a Felipe y a Zapatero sale infinitamente mejor parado.
Pero, para mí, su oportunidad de haber cambiado real y profundamente las cosas será recordada como la ocasión perdida... Y él lo sabe.
Todos estamos viendo las consecuencias para España de no haber comenzado a reformar las bases del sistema. Hubo falta de ambición y de valentía en ese aspecto.
En cuanto a la política internacional estoy de acuerdo. Solo cabria apuntar que no se puede realizar una determinada política sin explicarla bien a tus ciudadanos; y eso es otra gran carencia de la derecha: la pedagogía política.
Posiblemente no tengamos otra oportunidad como la que él tuvo en mucho tiempo.
Saludos
MMX
P.D. : Sin critica, la derecha nunca será lo que España necesita; y si no lo es: entonces poca esperanza de cambio tenemos.

Anónimo dijo...

Todo eso está muy bien. Y además es verdad. Pero si hubiera limpiado las cloacas de interior probablemente nos hubiera ahorrado el 11M:

Alberto Esteban dijo...

por supuesto que Aznar cometió errores importantes, todos ellos debidos a sus complejos. Es cierto que no limpió las cloacas de interior y le hicieron un golpe de estado. Es cierto que hizo una pésima política de medios de comunicación. Y es cierto que hizo el ridículo con el pacto con el PSOE con la justicia. Pero España necesita gente como esta, a la que criticaremos cuando lo consideremos, pero que por lo menos no sean traidores a España. Y en eso estoy muy de acuerdo. la crítica es imprescindible para que la derecha política se quite de vez en cuando algún complejo.

El Cerrajero dijo...

La mejor prueba de la valía de Aznar es comprobar como la izmierda le sigue atacando a diario.

Hefestión dijo...

Que diferencia entre un presidente con ambiciones megalómanas y de cesarismo que quiere autoperpetuarse en el poder a costa de rendirse a los asesinos y vender a España
Y otro , que nos colocó en el 10º puesto de los paises mas democráticos del mundo y que el voluntariamente no quiso mantener en el poder.
Zp, asume responsabilidades! y vete , por el bien de tu partido y por el de España.

Gazulin dijo...

Personalmente creo que ha sido el mejor presidente que ha tenido España, aunque coincido con la idea de que debería haber cambiado algúnas cosas, como el sistema electoral. Aún así, sin duda hemos llegado donde hemos llegado gracias a el.
Un saludo.

EspañaLibre dijo...

Si señores Aznar ha sido el mejor presidente que ha tenido este pais ,lo levanto de la ruina economica y puso a España entre las potencias mundiales .Pero la realidad de hoy es muy diferente somos el hazmerreir del mundo .

El Paiser dijo...

Sin ninguna duda, el mejor presidente de la historia de España...Aún con los errores cometidos por culpa de su excesiva honestidad.

Saludos antizETApé

Carlos Juan dijo...

Soy un admirador, crítico, del Presidente Aznar y no me cabe dudad que ha sido el mejor de toda la democracia. Pero también cometió algunoes errores que hoy pagamos: desmantelar el PP en Cataluña, no ser mas firme contra los nacionalistas y tener una mejor política informativa.
Un saludo

Pache dijo...

Después de 13 años de gobierno socialista había mucho trabajo que hacer para afrontar los retos que aguardaban a España en el horizonte cercano. El cese de la corrupción que empezaba a pervertir las entrañas mismas del sistema público, la quiebra de la seguridad social, la convergencia con la economía europea y el fortalecimiento de las relaciones internacionales requirieron de profundas reformas que, efectivamente, dejaron en la cuneta otras que también eran necesarias.

Tras otros cuatro años de gobierno socialista son muchos los retos que deja al siguiente gobierno, que tendrá que reformar las instituciones para garantizar la independencia de los poderes que está más que amenazada, recuperar las relaciones internacionales, afrontar el reto del terrorismo con la misma mano de hierro que caracterizó a los últimos años de Aznar y solucionar el desaguisado formado por Zapatero en la política sobre el modelo de Estado. Habrá que ver en qué quedan los recursos de inconstitucionalidad de los estatutos autonómicos para buscar una reforma cabal y legal.

Son muchos los retos y poco el tiempo. Esperemos que Mariano Rajoy lo tenga y lo aproveche.

Alberto Esteban dijo...

Le doy la razón Carlos Juan en los errores cometidos por Aznar. Hay muchos puntos negros en los gobiernos de Aznar que no podemos olvidar, y el de Cataluña que usted cita es muy importante.

Un saludo.

Anónimo dijo...

Yo es que no puedo evitarlo: cuando alguien ha tenído en sus manos el poder de cambiar las cosas realmente... y no lo ha hecho... entonces mi cabreo es permanente con esa persona y mi crítica dura.
Y más de un tiempo a esta parte, cuando ya he aprendido que hay que marcar mucho y de cerca a los que mandan.
Saludos
MMX
PD. Y que sí, que sí, que ha sido el mejor de la democracia (aunque el papel de Suárez fue de los guapos), pero vamos, que todo esto del mejor y el peor no nos da de comer ni nos soluciona nada.
Hay que aprender de lo visto, eso es lo importante. Y para eso hay que criticar todo lo criticable, que de eso se trata si queremos avanzar de una puñetera vez.